Egipto no deja de sorprender a sus visitantes, quien, año tras año, renueva de «stock» de atractivos turísticos de la mano de los descubrimientos arqueológicos de la región.
En esta oportunidad, una estatua monumental del faraón Amenhotep III (1390-1352 a.C.) ha sido descubierta por un equipo de arqueólogos egipcios en la ciudad de Luxor, 670 kilómetros al sur de El Cairo y constituye un monumento inigualable.
Al parecer, el monumento, realizado en una piedra llamada cuarcito con vetas de distintos colores, tiene una altura de 13 metros y medio y un peso de cien toneladas.
Luego de 7 meses de excavaciones en una de las ciudades sagradas más importantes del Imperio egipcio, Luxor,una delegación encontró en la parte septentrional del templo de Amenhotep III, situado en la ribera oeste del río Nilo, esta estatua, casi intacta.
Recordemos que Amenhotep III, uno de los faraones más destacados de la dinastía XVIII, fue padre de Akenatón y abuelo de Tutankamón.