Los vinos argentinos Alma Mora ofrecieron una exclusiva cata en el restaurante Wa de Avenida de las Palmas 810.
La cata fue impartida por la Sommelier Georgina Estrada Gil, actualmente Vicepresidenta de Relaciones Públicas de la Asociación de Sommeliers Mexicanos AC.
Alma Mora representa una síntesis de la tendencia del vino actual al comunicar innovación y modernidad desde una estética minimalista y elegante. Es una línea de vinos dirigida al público joven y dinámico que esta en busca de nuevas experiencias.
Acompañados de sushis y piezas de niguiris que el restaurante Wa ofreció, se cataron las tres etiquetas que componen esta innovadora y minimalista propuesta de vinos:
–Alma Mora Pinot Grigio: Fresco, afrutado y con equilibrio de acidez.
-Alma Mora Malbec: Vino con la tipicidad varietal bien marcada, acompañado del roble.
-Alma Mora Cabernet Sauvignon: De taninos tiernos y elegantes, con placentero final de boca.
Estos tres vinos se pueden definir como afrutados y elegantes, elaborados por cosecha manual con un breve paso de cuatro meses en toneles de roble. Resultan muy buenos para acompañar carnes rojas, pastas y comida japonesa. Se recomienda degustar el blanco entre los 7 y 9°C y los tintos entre los 15 y 18°C. Esta línea se ofrece al público en tiendas especializadas y supermercados.
Las Moras es hoy por hoy, líder en exportación y ventas en México, gracias a la tendencia positiva desde su llegada a este país, hace ya más de 5 años. México es el segundo país más importante para esta bodega que exporta a 35 mercados sólidos y consolidados, siendo el primero Gran Bretaña.
El restaurante Wa es un lugar casual, cómodo y relajado pero sumamente exclusivo, mezclando así la armonía y la estética del espacio con la calidad y sofisticación de los alimentos. Su especialidad es el Teppanyaki, comida ligera, saludable y balanceada, que se caracteriza por la utilización de vegetales e ingredientes frescos, naturales y bajos en grasa sin dejar a un lado el gran sabor que se logra con esta mezcla, brindando al paladar una sensación única y atractiva que hace de la comida japonesa no sólo un alimento sino toda una experiencia que recompensa los sentidos.