Entre presidentes de varios países, héroes de alguna revuelta árabe, políticos, economistas, periodistas a los que les gustan las filtraciones o deportistas, se encuentra ahora Justin Bieber.Todo por obra y gracia de la revista Time que desde hace unos años elabora una lista con las 100 personas más influyentes del año, entre las que en 2001 se encuentra Justin.
El joven cantante puede enorgullecerse incluso de estar por encima de Barack Obama que está en la cola del ranking. Aunque la lista cuenta con otros rostros conocidos del espectáculo como Mark Wahlberg, Bruno Mars, Sting o la glamourosa Blake Lively, Justin tiene el honor de ser el más joven entre ellos, con sólo 17 años.
Sin embargo, el canadiense se lo tomó con bastante humildad y afirmó que no debería ser él quien ostentara tal honor, si no el que parece ser su nuevo ídolo: Charlie Sheen. Una elección cuanto menos sorprendente.
«El número uno tiene que ser Charlie Sheen. Tiene un millón de seguidores en Twitter. Nunca había visto eso antes. Además, tiene sangre de tigre, y siempre está ganando», recalcó Bieber.
Después de este sorprendente y repentino furor por Sheen, Bieber agradeció haber sido elegido como una de las personas más influyentes del mundo. De todos modos, tendrá oportunidad de volver a hacerlo en la gala de honor que Time organizó para el próximo martes en Nueva York.