Aunque las primeras encuestas daban como triunfadora de la gala de entrega de premios Oscar 2011 a La red social, la película que había acaparado todos los premios más importantes de crítica y público, en el último mes, El discurso del rey (The king’s speech) remontó el vuelo, consiguiendo los últimos premios y llegando como favorita a la noche clave del cine mundial. Y así fue, la película de Tom Hooper se hizo con los trofeos más importantes concedidos por la Academia: mejor película, mejor actor principal y mejor dirección, además del de mejor guión.
El discurso del rey es una película histórica que se enmarca en la Gran Bretaña de la época previa a la Segunda Guerra Mundial, siendo su protagonista el duque de York, que posteriormente sería coronado como el rey Jorge VI. Aunque semejante ambientación podía haber dado para una película bélica o de intrigas palaciegas, el director Tom Hooper no dirigió sus tiros en esa dirección. El filme cuenta las historias de la aristocracia y la nobleza británicas humanizándolos, partiendo del eje del problema de tartamudez del rey, mezclándolo con la clase baja y mostrando en todo momento sus miedos, y preocupaciones por la presión de las responsabilidades.
Los decorados y la dirección son más que correctos, mientras que las actuaciones no pueden más que darle empaque a la obra, desde un Colin Firth que ejerce brillantemente de protagonista hasta Geoffrey Rush, que a pesar de no haber ganado el Oscar al mejor actor de reparto al que optaba realiza una actuación más que solvente, haciendo que el espectador se identifique inmediatamente con él. Tampoco está mal la mujer del rey, interpretada por Helena Bonham Carter, también nominada como actriz secundaria.