Nada más y nada menos que 100.000 euros para el paparazi que logre una foto de Shakira y Piqué dándose un beso.
Los fotógrafos están día y noche tras los pasos de la supuesta wakapareja con tal de tener una foto que comprometa una relación entre la cantante colombiana y el jugador del Barcelona.
La persecución empieza por la mañana, cuando el defensor se marcha rumbo al entrenamiento de Barcelona y Shakira, temprano, sigue en el hogar que ambos comparten, porque a ella no le gusta la casa que alquiló y espera remodelarla.