De hoy y hasta el 7 de marzo, el trabajo de más de 29 diseñadores se exhibirá en 9 Palacios (DF, Monterrey, Guadalajara y Puebla), mostrando objetos decorativos, piezas utilitarias y muebles de propuesta, que ahora se ponen al alcance de todos los clientes Totalmente Palacio.
Con exposición se busca mostrar cómo los productores de diseño que trabajan actualmente en México, algunos por necesidad o por conveniencia; otros por costos, por convicción o por ideología, apelan continuamente al acervo cultural nacional que remite lo mismo a formas ancestrales, que a imágenes extraídas de la cultura popular y del entorno urbano. Imágenes y objetos cargados de humor y de referencias cotidianas que buscan hacer la vida del usuario más llevadera, sino de manera funcional, sí de manera simbólica.
Al mismo tiempo, recurren a la mano de obra local y la más de las veces a materiales tradicionales que son accesibles en costo y fáciles de conseguir en las distintas regiones del país.
Sin duda, todo lo anteriormente mencionado pueden considerarse como algunas de las características de lo que hoy en día es “lo mexicano” en el diseño: Procesos que comenzaron sin una conciencia, que se hicieron costumbre y que hoy, están siendo redirigidos por los diseñadores para competir en el mundo, ocuparse de la problemática actual y de sus posibles soluciones.
“Estamos ante una nueva generación de diseñadores en el país, que han encontrado nuevos nichos de oportunidad y están enfrentándose a un renacimiento de los valores tradicionales del diseño, a una revolución de ideales y valores procurando volver la mirada a los procesos y materiales locales, a lo hecho a mano y al comercio justo, de ahí que El Palacio de Hierro, continúe con el compromiso social de apoyar el diseño mexicano”, comentó Rodrigo Flores, director de Moda-Hogar de El Palacio de Hierro.
Seleccionados con el apoyo de Ana Elena Mallet y Cecilia León de la Barra, expertas en arte y curadoras de la exhibición, los jóvenes diseñadores que componen esta muestra -algunos exhiben por primera vez y otros lo harán en breve en el MOMA de Nueva York- unen emociones y trasladan su pasión a piezas únicas que terminadas a mano, dan como resultado un objeto de alto diseño que hoy, cuando los procesos históricos nos han rebasado, les permiten ponerse al corriente y tratar de competir en un mundo que ha cambiado.