La colección China Mood ha supuesto un giro espectacular a la temática habitual puesta en escena por la firma Lalique, asociada a los tesoros de cristal de sólido estilo occidental.
Hace un año que los diseñadores de Lalique han recurrido a la fuente de inspiración de Oriente para dar vida a una serie de piezas portadoras de líneas exquisitamente detalladas. Todas ellas hacen constante alusión a los bellos iconos de la China más tradicional.
Se produce un hecho que a muchos curiosos o estudiosos de la materia, les atraerá en suma: dicha colección muestra, a partir de obras completamente modernas, una enorme cantidad de reminiscencias del país asiático y de su milenaria cultura. Entran en juego un sinfín de significados, que incluyen números simbólicos, el concepto de la energía, sus paisajes maravillosos, sus animales mágicos y su profunda espiritualidad.
Existe un gran número de objetos que componen esta colección. Entre ellos brilla con esplendor el decantador Tialong (un dragón celestial, cuyo precio es de 1.100 euros) y es que su tapón representa de forma asombrosa a dicha criatura mitológica. También están el bello Centro Serpentine, de 1.950 euros, y el cuenco de cristal ámbar en el que los reptiles se deslizan alrededor de cabujones de cristal, dirigiéndose al centro.