El actor Ashton Kutcher tiene más de cinco millones de seguidores en Twitter y cuando el cantante John Mayer cerró su cuenta en el sitio web los suyos llegaban a 3,7 millones, pero poseer un gran número de devotos no es una garantía de ser influyente.
Los investigadores de la Universidad de Northwestern aseguran que con una nueva tecnología pueden estudiar decenas de millones de tweets enviados cada día en el sitio de micro mensajería para identificar a las personas más influyentes en el tema del día. Y el más influyente puede no ser la celebridad con más seguidores.
“La gente piensa que sólo porque se tiene un gran número de seguidores entonces puede potencialmente tener influencia, y ese no es el caso”, dijo el profesor Alok Choudhary, presidente del departamento de ingeniería eléctrica y computación en la universidad ubicada en Illinois.
La estrella de la NBA LeBron James, por ejemplo puede influir en la gente cuando sus tweets son sobre baloncesto, pero no tiene el mismo peso si escribe su opinión sobre la designación de un nuevo juez en la Corte Suprema, según Choudhary.