Tiger y Phil Mickelson pondrán en juego el número uno del mundo entre el próximo 17 y 20 de junio, fecha en la que se disputara el US Open en el circuito californiano de Pebble Beach Golf Links, que podría convertirse en el escenario de la caída de Woods de lo mas del ranking mundial cinco años después.
El mal regreso de Tiger, tras el escandaloso caso de infidelidad al que estuvo sometido, podría pasarle demasiada factura, y una victoria de Mickelson en el segundo “major” de la temporada le apelaría del liderato. El de Cypress lleva 262 semanas consecutivas adueñado del primer puesto del ranking, pero la amenaza de Mickelson es mayor que nunca.
Mickelson se encuentra además frente a un torneo al que le tiene especial motivación. Su mala suerte, por así decirlo, fue la responsable de que no haya ganado nunca el US Open, acumulando cinco segundos puestos en las ultimas once ediciones.
Además, la edición de este año se celebra en un campo al que le tiene tomada la medida, pues en su palmarés particular figuran tres victorias en el AT&T Pebble Beach National Pro-Am. Y por si fuera poco, tras su triunfo en Augusta, es el único jugador del circuito que aspira a conquistar esta temporada el “Grand Slam”.
Sin duda será una gran amenaza a la que deba hacer frente Tiger Woods, a pesar de que aún se encuentra muy lejos de su mejor estado de forma. Así lo reconoció el propio golfista a la conclusión del pasado ‘Memorial Tournament’, último torneo de preparación para esta cita en el que finalizó en decimonovena posición.
Aunque poco a poco va recuperando su juego, su mejor actuación sigue siendo el cuarto puesto firmado en Augusta. Desde entonces, pobres participaciones que no ayudan a pensar en la posibilidad de un cuarto trofeo de US Open en sus vitrinas. Y eso que este año regresa a un Peeble Beach donde en el 2000 estrenó su palmarés en el torneo.