El príncipe heredero de la corona española, Felipe de Borbón, comenzó el lunes una visita de cuatro días por México con una recorrido junto con su esposa por la ciudad occidental que sufrió hace unos días un atentado contra población civil, donde confió que México triunfará en su lucha contra el narcotráfico.
El príncipe condenó el ataque con granadas en Morelia, capital del estado occidental de Michoacán, al que calificó de «atentado terrorista» que golpeó la convivencia.
«Nuestra condena de aquél acto criminal es tan firme, como lo es nuestra convicción de que México saldrá victorioso de su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, una lucha en la que el pueblo mexicano siempre tendrá a su lado al pueblo español», dijo Felipe de Borbón, quien estuvo acompañado en Michoacán por el presidente Felipe Calderón y el gobernador del estado Leonel Godoy.
El príncipe y su esposa Letizia viajaron a Michoacán después de una recepción oficial en la ciudad de México por parte de Calderón.
Godoy agradeció la visita a un estado que ha pasado por días «difíciles».
Calderón dijo que la presencia en el estado de los príncipes era una muestra del respaldo y fraternidad que une a dos pueblos que aman la libertad.
Dos granadas fueron lanzadas el 15 de septiembre en Morelia, a 215 kilómetros al oeste de la ciudad de México, cuando la gente celebraba los festejos por la independencia de México.
El ataque dejó ocho muertos y 106 heridos. Hasta el momento han sido detenidos tres hombres, quienes confesaron haber sido los responsables del ataque y afirmaron ser miembros de un grupo de sicarios al servicio del cartel de las drogas del Golfo, denominado «Zetas».