El diseñador John Galliano plasmó una influencia de tribus indígenas para la nueva colección pret-a-porter de la afamada firma Christian Dior.
El rebelde diseñador británico recurrió al uso de estoperoles, remaches, conchas y piel de pitón para endurecer los vestidos cortos veraniegos y los trajes con transparencias para la noche. La nueva colección primavera-verano, presentada el lunes bajo una carpa en los Jardines de las Tullerías, tuvo entre sus asistentes a la actriz Marion Cotillard, ganadora del Oscar, así como sus colegas Eva Green y la estrella juvenil Emma Watson.
Las modelos, con peinados apretados y elevados, engalanaron la pasarela con tremendas sandalias de plataforma, algunas con tacones tan cuidadosamente tallados que remitían a estatuas de fertilidad.
La colección fue bastante diferente de los conjuntos elegantes y recatados que han hecho que Dior sea la firma elegida por la primera dama de Francia, Carla Bruni-Sarkozy, quien recientemente figuró en la lista de las personalidades internacionales mejor vestidas de la revista Vanity Fair.
Bruni-Sarkozy ha usado creaciones de Dior para una serie de eventos prominentes, incluyendo reuniones con la reina británica Isabel II y el papa Benedicto XVI, lo cual ha generado millones de dólares de publicidad indirecta para la casa de modas.
Los ejecutivos de la firma se muestran renuentes a adjudicarse el título del modisto oficial de la primera dama francesa, insistiendo en que la opción es sólo de ella, pero claramente están entusismados por gozar de su favor.
«Creo que es guapísima y es una magnifica representante para Francia», dijo a la AP Delphine Arnault-Gancia, subdirectora general de Christian Dior Couture.
En todo caso, los trajes de noche con transparencias que engalanaron la pasarela complacerán el gusto de la amplia clientela que la firma tiene en Medio Oriente.
Eso le dará oportunidad a Bruni-Sarkozy para elegir de entre los espectaculares modelos propios para una alfombra roja, tales como un vestido de seda negro con un corpiño bordado con piedras o un top drapeado con aplicaciones de pedrería que se disolvía hasta caer en una falda escalonada en tono gris.
Galliano fue ovacionado al momento de hacer la reverencia al final del desfile. Sin embargo, de entre las celebridades asistentes hubo quienes no se esperaron al ritual de celebración que ocurre tras bambalinas.
Tan pronto se encendieron las luces, la cantante británica Lilly Allen, favorita de los tabloides, salió corriendo hacia la entrada frontal, desatando una persecución de paparazzis.
(Con información de AP)