El Tribunal Supremo español condenó al diario El Mundo a pagarle 30 mil euros al cantante Alejandro Sanz por intromisión de su derecho al honor. En 1999, ese medio hacía mención a la homosexualidad del artista y, de acuerdo a la sentencia, se utilizaron expresiones «absolutamente lesivas de la dignidad» del compositor.
En algunos pasajes del artículo mencionado, la periodista Carmen Rigalt le decía a Sanz «nunca imaginé que fueras capaz de prestarte a un montaje espantoso para mantener vivo el negocio de tu imagen». Este tribunal dictaminó que el derecho a la información no autoriza la utilización de insultos e injurias.