Siguiendo los mismos pasos de su madre Diana de Gales, el príncipe Guillermo ya es llamado “el hombre pueblo”.
No cabe duda que lo que no se hereda se hurta y es que Guillermo además de aprender a volar y tener una vida farandulera, también se toda el tiempo para convivir y ser amado por el pueblo.
En representación de su abuela, la reina Isabel, el príncipe Guillermo llegó a Auckland el domingo y fue recibido con entusiasmo por 10 monárquicos en el aeropuerto, según la prensa local, antes de visitar el estadio Eden Park, sede de la Copa Mundial de Rugby de 2011.
Pero el lunes, hasta unos 1.000 simpatizantes se dieron cita para conocer al Príncipe de 27 años cuando inauguraba un edificio de la Corte Suprema en Wellington.
«Tiene los pies sobre la tierra, es igual que nosotros», declaró a la radio NZPA Tania Walkin, en medio de la multitud, sobre Guillermo, el hijo mayor del príncipe Carlos y la fallecida princesa Diana.
El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, describió al heredero como un «joven muy encantador». «Es extremadamente tranquilo. Lo encontré muy, muy agradable. No estaba seguro qué esperar, pero es muy centrado, tiene un gran sentido de humor», dijo Key a la radio Newstalk ZB.