Esta vez el cansancio de Lady Gaga no le permitió seguir con un concierto, lo que provocó que se la cantante de Poker Face se sintiera muy apenada con su público.
«Podía oír a mis fans gritar desde el camerino, le supliqué a todo el mundo que me dejaran salir al escenario». Lady Gaga está muy afectada por haber tenido que suspender su último concierto, algo que se vio obligada a hacer tras desmayarse momentos antes de cantar.
Según ha explicado la cantante a través de su Twitter, los médicos se negaron a que cantara después de acudir en su ayuda y diagnosticarle «arritmias y problemas respiratorios, consecuencia de su agotamiento y deshidratación».
«He estado llorando durante horas, espero que puedan perdonarme. Quiero a mis pequeños monstruos más que a nada, lo son todo para mí».