Para muchos un año difícil y para otros de recuperación en diferentes sentidos, lo que bien es cierto es que en México y el muchos otros lugares del mundo se llevan a cabo rituales de todo tipo para acercar nuestro nuevo año a la buena vibra y sobretodo a los buenos deseos.
Para ello, a veces las uvas no son suficientes y hay que recurrir a algunos trucos mágicos que de una u otra forma ayudan.
Si esto te hace sentir mejor o apoya tu buena voluntad, sigue leyendo…
1.- Lo primero que hay que tener en cuenta es liberarnos de objetos que puedan contener cargas negativas. Para ello, hay que realizar un acto de desapego regalando cualquier elemento o prenda que ya no usemos, para abrirnos hacia un cambio total.
2.- El sólo acto de dar aquello que no utilizamos es el primer y mayor movimiento que nos generará no sólo limpieza, sino armonía interna (además, en los círculos esotéricos, se lo considera de buen augurio para el año entrante).
3.-Luego, debemos conseguir tres limones (cuanto más verdes, mejor) y cortar dos de ellos por la mitad. Cada una de las partes debe situarse en los cuatro sectores de la casa que representen (aunque no sea del todo exacto) los puntos cardinales. Es decir, dejar una mitad en el norte, otra en el sur, otra en el este y la última en el oeste. El limón depura los espacios rápida y directamente.
4.-Dejar reposar los pedazos de limón en sus respectivos rincones hasta pasada la noche de Año Nuevo. Al día siguiente, tirarlos fuera de la casa.
5.-La tarde anterior al festejo, hacerse un baño de inmersión al que hay que agregarle unas gotas de nuestro perfume preferido y cortar el tercer limón en siete rodajas para introducirlas una a una en la bañera. Este ritual resulta muy eficaz para despedirnos de la energía acumulada durante el 2009.
6.-Mientras transcurre el día 31, se debe sahumerear la casa con sándalo y mirra en cada ambiente para multiplicar las vibraciones positivas en el hogar. Esto se puede realizar en en cualquier horario.
7.-Luego, debemos concedernos unos minutos de tranquilidad y preparar el ritual más potente: tomar dos hojas de papel blancas y en una de ellas escribir una lista con todos los sucesos y acciones negativas que hemos vivido durante el año y que no queremos volver a repetir. En la otra, una lista de deseos y proyectos para nosotros y nuestros seres queridos, que anhelamos que se concreten en el año entrante.
8.-Se recomienda, para finalizar 2009 usar prendas de color rojo o blanco, por los tránsitos planetarios que estamos atravesando.
9.-Finalmente, preparar un centro de mesa con flores blancas donde se ubicarán una vela violeta y otra dorada. Apenas suenen las campanas de las doce, encenderlas y quemar la lista de hechos negativos en la llama de la vela violeta (para que los transmute ) y, en la vela dorada, la de los deseos positivos, para que se concreten generando prosperidad.