Sin duda los más sorprendidos con la detención del director Roman Polanski son sus propios colegas y amigos, quienes rechazaron la “trampa” que le pusieron al director.
«Es inadmisible que una manifestación cultural internacional, que rinde homenaje a uno de los mayores cineastas contemporáneos, pueda ser transformada en trampa policial», afirman grandes nombres del cine en una petición que comenzó a circular el domingo al anochecer.
«Los festivales del mundo entero siempre han permitido que las obras fuesen mostradas y que circulasen, y que los cineastas las presentasen libremente y con toda seguridad, incluso cuando algunos Estados querían oponerse», dijeron.
Entre unas 70 personalidades que ya habían firmado esta petición el lunes al mediodía figuraban los directores de cine Michael Mann, Wim Wenders, Julian Schnabel, Pedro Almodóvar, Alejandro González Iñárritu, Wong Kar Wai, Walter Salles, Ettore Scola, Bertrand Tavernier, Claude Lelouch y Abderrahmane Sissako.
«Este arresto abre las puertas a desviaciones cuyos efectos nadie puede prever hoy en día», afirman en dicho documento Gilles Jacob y Thierry Frémaux, respectivamente director y delegado general del Festival de Cannes, donde Polanski recibió la Palma de Oro en 2002 por El Pianista.
En un texto conjunto, los escritores Milan Kundera, Pascal Bruckner, Bernard-Henri Levy y la actriz Isabelle Adjani, exigen de la justicia federal helvética la liberación inmediata de Polanski, pidiéndole que no transforme a este genial cineasta en mártir de un enredo jurídico-político indigno de dos democracias como Suiza y Estados Unidos.
Por su parte, los cineastas polacos, liderados por Andrzej Wajda, pidieron a su gobierno que evite «un linchamiento judicial».
El domingo pasado, el Ministro de Cultura de Francia, Frédéric Mitterrand, consideró «espantoso» el arresto del cineasta por una historia antigua que no tiene sentido, precisando que el Presidente Nicolas Sarkozy seguía el caso «con gran atención».
El lunes, el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, anunció que había escrito junto con su homólogo polaco a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, para pedir la liberación de Roman Polanski.