Montblanc nos descubre las cuarenta y tres facetas del diamante que lleva su nombre con un envase que lleva el diseño de los seis valles, conteniendo una mágica fragancia: Lady Emblem Elixir.
El envase se reviste de oro rosa con reflejos metálicos, transformándose en una flor preciosa que multiplica espectaculares pétalos.
La esencia de la fragancia libera como punto medular en un soplo floral sostenido por las maderas, con la rosa damascena en primer plano, recogida en las planicies altas de Turquía.
Sus notas de salida son verdes, como los capullos al alba, tras la cual se despliegan miel y especias, acompañado de sutiles acordes de lirio.
Finalmente, aparece una estela de vainilla, sándalo y pachulí, junto con un grano de pimienta negra que le aportan toques ardientes y misteriosos.
Algunos pétalos de flor de azahar se entrelazan provocando amargura y sensualidad, todo envuelto en un elegante vestido, sencillo y con sus cabellos rebeldes y recogidos.
La campaña de la célebre maison está protagonizada por Lesly Masson, fotografiada en blanco y negro para el retrato de una mujer afirmada.