El 28 de enero de 1886 nacía en Lódz, Polonia, el gran pianista Arthur Rubinstein, considerado uno de los grandes maestros de la música.
Hijo de un matrimonio de industriales y el último de siete hermanos, mostró de niño un talento especial para la música y los instrumentos, y a los 8 años ingresó en el Conservatorio de Varsovia, donde estudió con el profesor Roziycki.
El esposo de una de sus hermanas, el famoso violinista Joseph Joachim, le presentó a Brahms y éste, cautivado por el talento del joven Arthur, le hizo ir a Berlín a continuar sus estudios con Heinrich Barth, y más tarde con R. Breithaupt, M. Bruch, R. Hahn y Paderewski.
En Berlín inició su carrera de gran virtuoso del piano acompañando a su cuñado Joachim en el Concierto de Mozart, y su éxito llegó hasta España, donde apareció por vez primera en 1916, demostrando su gran conocimiento de la música de Albéniz y Falla.
Rubinstein era un romántico, y su temperamento le permitió interpretar de forma magistral a Brahms, Schumann y Beethoven, pero fue en Chopin donde alcanzó una rica y detallada expresión, un rigor insuperable y la más cálida de las lecturas pianísticas.
En el repertorio de Rubinstein no faltaban tampoco los compositores modernos como Ravel, Stravinski, Villa-Lobos y Poulenc.
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En 1916 el propio rey Alfonso XIII le había proporcionado un pasaporte español para que pudiera viajar libremente en sus recitales en plena I Guerra Mundial.
Tras la invasión alemana de París en la Segunda Guerra Mundial, se trasladó con su familia a los Estados Unidos, país cuya nacionalidad obtuvo en 1946.
En 1958 volvió a tocar, después de más de veinte años de ausencia, en Polonia, y en 1976, debido a una ceguera progresiva, debió retirarse.
Su última actuación tuvo lugar en el Wigmore Hall de Londres, falleciendo en Ginebra el 20 de diciembre de 1982.