Es un auténtico gurú y un personaje de la moda, pero Antonio González de Cosío es también un intelectual, un hombre de letras, de mundo, interesado en las culturas de otras latitudes, con una visión amplia y nunca obtusa. Es alguien que reivindica a la moda al mostrar que no sólo se trata de superficialidad.
Coach del programa Mexico’s Next Top Model, columnista de moda, conferencista y autor, González de Cosío siempre se supo inquieto, “no me gusta dedicarme a una sola cosa”; es creativo e interesado en las artes y en el diseño, “hubiera querido estudiar corte y confección, pero en el México de hace treinta y tantos años no se usaba, era impensable”, lo único que sabía era que le gustaba crear y lo más cercano era escribir.
De dramaturgo a crítico de moda
Estudió entonces, Literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en la escuela de escritores de la SOGEM y actuación teatral, “pero no me fue tan bien”, en una representación su grupo fue abucheado, se replanteó la decisión de ser actor, “y ahí entendí que no era bueno y que mi camino estaba en la escritura”.
Previamente, había ganado varios premios en ficción tanto en cuentos como en dramaturgia. Uno de ellos, lo llevó, precisamente, al periodismo. “Era crítico de teatro, en el semanario Punto, que dirigía el maestro Manuel Carballo”. En ese tiempo, ganó uno de los tres terceros lugares en el premio Punto de Partida, “quedaron desiertos el primero y el segundo”.
Sus colegas ganadores lo consideraron una humillación y no querían aceptarlo, “me pidieron que me uniera”. Antonio lo llegó a considerar, pero entendió que no era parte de una cofradía, ni quería serlo, “yo no entendía porqué la arrogancia de sentirse un escritor de primera en lugar de agradecer el premio”, así que lo aceptó, además de que había un premio económico “y yo necesitaba comprar lentes de contacto, que eran muy caros”.
Sus colegas criticaron la aceptación del premio en el diario El Universal, pero Toño respondió gracias a que Carballo le ofreció la réplica. En ese instante supo que la pluma daba la posibilidad del poder de la expresión, “no pasó nada, no sucedió más” y eso le dejó la experiencia de la fortaleza.
El efecto Marie Claire
A partir de ello, con más confianza en sí mismo, comenzó a colaborar con su columna teatral en el diario Novedades, que por los años 80 era el más chic de la época. “Y ahí fue cuando entré a la moda”. La editora Marisa Zannie era la encargada de dicha sección, “y cuando ella no podía yo entregaba en su lugar porque vi la oportunidad de acercarme a un mundo que me encantaba pero veía lejano como profesión”.
Eventualmente, Marisa dejó la sección y Toño se quedó con ella. Dio el brinco hacia las revistas y las plataformas de moda. En la primera etapa de Marie Claire México, al mando de Louise Mereles, “que es mi etapa favorita porque era tal como se hacía en el mundo entero, muy identificada en temas de sociedad; ahora Ariadne (Grant) lo hace distinto y muy bien, me gusta mucho, pero es otro estilo”.
Así empezó a tejerse el prestigio de este crítico y editor de moda, “pero la realidad es que yo quería coordinar”. Lo hizo durante muchos años, pero lo dejó porque en su inventario personal, la estaticidad no es una opción, “hay que descubrir nuevos caminos y formas; no soy alguien que viva en la nostalgia”.
Bajo esa premisa nació el nuevo Antonio, el personaje público, el fashionista que tantos fans ha cosechado y que emergió del experto en moda, de un editor y escritor profesional. Simplemente, lo tiene todo para ser una autoridad en el tema.
El personaje vs The Devil Wears Prada
“No soy una celebridad, no me interesa ser famoso, aunque mi amigo Fernando Toledo diga que no me cree, pero en verdad, no es así”.
Antonio se vio a sí mismo como una herramienta para promover, para proponer y disfrutar la moda, “veo a mi cuerpo como a un lienzo en el que puedo ser tan creativo como en la coordinación”.
Su estilo, en el que interviene las piezas de alta costura tanto como las pret â porter, lo han hecho único entre los expertos, pues si bien crea sus propios looks como lo hace, por ejemplo, Karl Lagerfeld, ante todo, se considera un crítico serio y comprometido “mi forma de vestir es simplemente la expresión de mi estilo, me gusta intervenir piezas, añadir mezclas y hacerlo diferente, no porque sea mejor”.
Claro que no todos los personajes fashionistas tienen la misma responsabilidad que practica Antonio sino que ven a la moda como una fiesta permanente. “The Devil Wears Prada nos hizo mucho daño, porque ahora todos quieren ser editores porque piensan que en las redacciones te prestan botas Chanel, pero eso no pasa ni en Estados Unidos”.
Sólo por eso le encantaría fundar una escuela de editoras de moda, “aunque no sé si algún día lo haré”. Sus deseos o planes a futuro no son claros, justamente porque su forma inquieta de ser se lo impiden, “no sé decir qué haré de cierto en unos años, sólo sé queme gustaría hacer más libros, seguir haciendo televisión, que me encanta y seguir trabajando en mi pasión por la moda”.
El estilo es ser tú mismo
El Libro del Estilo es parte de esta pasión que siente por compartir la moda y hacerla tan divertida como natural, “y perderle el miedo”.
Si bien considera que la moda se ha democratizado, “porque ya va de Zara a Chanel”, lo más importante de ella es encontrar la individualidad y un lenguaje propio, “en tiempos de estadísticas donde todos estamos uniformados, queremos ser únicos, y para esto ayuda mucho la moda”.
Imitar a las famosas “no es lo mejor”, pues habría que parecerse a ellas y tener una personalidad afín para verte igual, “puedes inspirarte en las celebridades, pero no copiarlas; busca algo que sea en el estilo de lo que ellas se ponen e imprímele algo tuyo. No es una fiesta de disfraces”. Lo que debes llevar, tiene que representar tu personalidad, no la de otra.
Antropológicamente, la moda es parte de la historia, de la cultura y el reflejo de quienes somos como humanidad, “y por eso siempre he dicho que me parece una industria tan formal como la medicina”, aparte de que respeta profundamente la profesión de quienes viven de ella, “quienes la vuelven superficial son los consumidores, pero eso no vuelve a la industria de la moda algo menor”.
A lo largo de su carrera, Antonio se ha ceñido a este pensamiento y de ahí han surgido El poder de la ropa, en co autoría con Lucy Lara, y ahora, El Libro del estilo, para llevar hacia la permanencia aquello tan efímero que es la moda, pues, como decía Coco Chanel y suscribe Antonio, lo que permanece es el estilo.
Tips de estilo por Antonio González de Cosío
*Si usas trajes sastres, añade color, no azules ni grises.
*Explota los accesorios, le dedico un capítulo completo en el libro; eso cambia el look.
*En las bodas y fiestas en el campo o el pasto, evita los tacones siempre.
*Por el contrario, en la ciudad, no uses alpargatas con vestidos de algodón y estampados campiranos.
*Las galas deben respetarse, aun cuando tu estilo sea bohemio; puedes añadir un toque tuyo sin perder el respeto a la ocasión.