Qué gusto que Kenia Gascón haya estrenado “Camerino”, un proyecto escrito, dirigido y actuado por ella en el cual ha volcado todo su talento. Hacer teatro para Kenia no es algo nuevo, al ser su madre actriz de teatro universitario tuvo la oportunidad de estar involucrada en este arte desde que nació, siendo su primera participación en un montaje a los cuatro años, para después continuar con más de treinta obras hasta llegar a “Camerino” que, desde hace algunas semanas, se presenta con gran éxito en la ciudad de México.
“Camerino” es su ópera prima, la cual escribió a los 27 años como un homenaje al teatro del absurdo. Es la historia de una mujer madura y una joven que se enamoran, a lo largo de la trama nos presenta los traumas que han conformado su psique y sus diferentes miedos según la edad. Rebeca (Kenia Gascón) una mujer madura, se acepta como gay pero tiene miedo a entregarse al amor y a desnudar su alma, mientras que Yara (la joven actriz: Miriam Alzaga), tiene grandes esperanzas de encontrar el verdadero amor y entregarse de manera total, pero al no aceptar su realidad se ha convertido en una gran mentirosa y llega al grado de preferir pasar por prostituta porque cree que en esta sociedad se les valora más. “Camerino” habla de las complejidades de la psique humana y de cómo nuestra conducta está siempre relacionada con nuestros traumas infantiles.
Tuve la oportunidad de platicar con Kenia sobre este proyecto y esto es lo que me comentó:
¿Cuéntanos sobre “Camerino” y por qué decidiste escribir y llevar a escena esta historia?
Cuando escribí esta obra mi intención era hablar de un grupo de amigas que comparten recuerdos de la infancia pero mis personajes cobraron vida de una manera sorpresiva y terminó siendo una obra sobre la confrontación del yo. Dos mujeres, una joven y una madura, confrontan sus diferentes puntos de vista ante la vida. Es una farsa pieza entonada en comedia y creo que es la obra más profunda que he escrito. La temática es gay pero hablo también de temas importantes como el machismo, la violencia intrafamiliar, los prejuicios sociales y ante todo hablo de la autoestima.
Esta obra la amo porque me define totalmente como artista. Me identifico con los temas complejos de la conducta humana, me gusta el género no realista que sin embargo critica los prejuicios de la sociedad moderna. El estilo actoral es el naturalista, combinado con un ritmo trepidante que permite estar entonado en comedia, una comedia ácida, sarcástica que se burla de la estructura mental de los personajes.
¿Cuál es tu género favorito en teatro?
Me gusta la buena dramaturgia, me encantan los autores clásicos como Tennessy Williams, Neil Simon, Beckett, Jean Genet. Me gusta el teatro de Sartre, en general el surrealismo literario como Boris Vian o la pintura de Magritte o Max Ernst. Yo he desarrollado mi propia convención teatral: en mi teatro siempre hay los menores elementos escenográficos, generalmente una o dos sillas y de preferencia ciclorama negro. Mi madre me enseño desde niña que en el teatro debemos dejar que el espectador imagine parte de los elementos. Así, mi teatro está basado en un texto estético, poético, filosófico y en actuaciones intimistas.
Mi comedia, se produce de una combinación de un timing preciso con la burla de situaciones extremas y cuyos personajes reaccionan de forma poco convencional. Me encanta causar en el espectador ese conflicto entre tener un nudo en la garganta y no poder evitar reírse de él. Con frecuencia el público se inhibe porque se siente avergonzado de su falta de respeto ante el dolor ajeno y no se da cuenta que soy yo la que juego con sus sentimientos. También uso la comedia para aligerar la trama en momentos de mucha tensión.
¿Haces muchas cosas en el ámbito del arte, en qué más estas?
Tengo muchos retos en este momento. Uno de los principales es durar lo suficiente en la obra “Camerino” para que la gente me aprecie como dramaturga. Amo este proyecto porque me desarrollo en las disciplinas que me llenan: dirijo, actúo y escribo.
Por otro lado, tengo lo de mi canal: Tristina Pacheka. Muy pronto comienzo a filmar “Los Enredos de Chana dos” (teatro en video que pueden ver en mi canal de youtube), estoy terminando de editar mi detrás de cámaras del concierto de piano, flauta y chiflido en donde hablo del pánico escénico, de las sombras mentales y de la autoestima.
Deseo seguir escribiendo teatro y escribir para mí personajes fuertes como el de Rebeca que ahora interpreto y al mismo tiempo aceptar hacer otros roles que me ofrezcan otros. Por ejemplo, en pocas semanas estreno una comedia donde salgo de Teniente y debo hacer una mujer masculina, esto es nuevo para mí y lo considero un reto. Y mi último proyecto del año es terminar de pulir mi novela: “Los hijos del caos” la cual deseo meter a un concurso literario o publicar el año que entra.
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“Camerino” se presenta todos los jueves a las 20:30 horas, en el Teatro Hipódromo Condesa, ubicado en la Avenida Progreso SN, entre Revolución y Av. Jalisco, en la Col. Tacubaya.
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