Restan pocas horas para que el Mundial de Brasil 2014 llegue a si fin, tras casi un mes en el que nos mantuvo atentos y emocionados.
Con protestas de brasileños disconformes con los gastos y obras a medio terminar, la Copa del Mundo transcurrión con más paz y orden de lo esperado, y en lo deportivo aguarda a su ganador.
Argentina-Alemania o Alemania-Argentina, como se prefiera, coronará hoy a un campeón, el mejor de todos, en partido de la final.
Con Brasil en cuarto puesto, tras caer ante Holanda en el «partido que nadie quiere jugar», el evento futbolístico más importante del planeta llega a su fin.
Con luces y sombras, alegrías y tristezas, te compartimos algunas de las mejores y las peores cosas que nos ha dejado el Mundial de Brasil 2014:
Lo mejor
* El nivel futbolístico. No todos, ni durante los 90 minutos, pero muchos de los partidos ofrecieron un buen juego de parte de algunas selecciones. Varios encuentros acabaron con una cifra de goles nada despreciable.
* El crecimiento de Latinoamérica. Selecciones como Colombia, Costa Rica, México, Uruguay (hasta que suspendieron a Luis Suárez) o la finalista Argentina dieron pasos importantes hacia adelante, en contraposición con el fracaso de muchas de las «grandes» formaciones europeas.
* Los porteros. Como ha sucedido en pocos mundiales, los porteros han sido de los jugadores más destacados de esta Copa del Mundo. Algunos con desempeños brillantes, como Navas (Costa Rica), Neuer (Alemania), Howard (Estados Unidos), Ochoa (México) o Romero (Argentina).
* Las aficiones. Los estadios han lucido su capacidad a pleno, con hinchas que pusieron su color y su entusiasmo para alentar a sus equipos.
* Los estadios. Pese a que algunas obras de infraestructura como rutas, aeropuertos o comunicaciones no fueron acabadas a tiempo, la mayoría de los estadios ofreció un aspecto moderno y cómodo.
* El buen juego de México. A pesar del poco tiempo de trabajo, el Tri mostró un buen nivel en su rendimiento, y estuvo a punto de conseguir el pase al quinto partido a tres minutos del final ante Holanda.
* El récord de Klose. El delantero alemán superó al brasileño Ronaldo como el máximo goleador en la historia de los mundiales (16).
* La goliza de Alemania a Brasil. El equipo europeo humilló al dueño de casa, venciéndolo por 7-1 en semifinales y propinándole una de las goleadas más impactantes de la historia de las copas mundiales.
* Las bellezas de la tele. Las cadenas nos deleitaron la vista con hermosas reporteras, como las mexicanas Vanessa Huppenkothen e Inés Sainz, la tica Jale Berahimi, la española Sara Carbonero, la chilena Jhendelyn Núñez o la brasileña Andressa Urach.
Lo peor
* Los arbitrajes. Desde el partido inaugural, donde se concedió un penal inexistente en favor de Brasil ante Croacia, el nivel arbitral ha dejado mucho que desear. Tarea pendiente para la FIFA.
* La tecnología. La organización de la Copa del Mundo entusiasmó con sus promesas de una revolución tecnológica para hacer del futbol un juego más certero. Nada de eso ocurrió, con recursos televisivos muy pobres y que no sirvieron demasiado.
* La lesión de Neymar. El talentoso volante tuvo que dejar el campo de juego en el partido de cuartos de final ante Colombia. Su lesión en una vértebra fue un buen precio, pudo haber sido peor. Y su salido debilitó aún más a una floja selección breasileña.
* La mordida de Luis Suárez. El delantero de Uruguay volvió a morder a un rival y fue sancionado con 9 fechas de suspensión. Una pena que su talento futbolístico pase a segundo plano por este tipo de comportamientos antideportivos.
* La decepción de los grandes. Una pálida imagen han dejado las participaciones de conjuntos con mucha historia, como España, Italia, Inglaterra o Portugal.
* La ausencia de las figuras. Poco es lo que se ha visto de las estrellas en sus respectivas selecciones. Neymar apareció a cuentagotas en Brasil, Messi mostró sólo chispazos del mejor jugador del mundo y Cristiano Ronaldo, sin recuperarse de una lesión, poco pudo aportar para Portugal.
* África no despega. Las selecciones africanas tienen presencia habitual en los campeonatos del mundo desde 1978. Sin embargo, ninguna ha logrado superar la barrera de los cuartos de final. En Brasil 2014, sólo Nigeria y Argelia clasificaron para octavos de final sobre cinco equipos (los otros fueron Costa de Marfil, Ghana y Camerún).
* Los piscinazos de Robben. El delantero holandés es uno de los mejores en su puesto a nivel mundial, desequilibrando a base de talento y velocidad. Sin embargo, su tendencia a simular faltas le resta puntos a su talento futbolístico.