Construir hacia el interior de la tierra, explorando las profundidades de las capas del suelo, parecería ser el gran desafío del momento -y del futuro- para quienes diseñan ciudades y emprendimientos.
En este marco, la Ciudad de México es un claro ejemplo de proyectos subterráneos que están en estudio, en el caso del Proyecto Rascasuelos, y otros ya concretados, como el Aquarium Inbursa o el Centro Comercial Garden Santa Fe.
El tema abre un encendido debate entre quienes sostienen que construir hacia abajo puede ser una alternativa ante la falta de espacio en las grandes ciudades, y quienes piensan -en el caso del DF- que el origen prehispánico y la presencia de el antiguo lago en las profundidades son un riesgo latente.
En concreto, el Proyecto Rascasuelos planea desarrollarse bajo el Zócalo de la capital, y planea construir una pirámide invertida de 65 niveles subterráneos. En ella habría viviendas, oficinas y negocios, con un espacio central para permitir la entrada de luz y la circulación de aire.
La idea fue desarrollada por el grupo Bunker Arquitectura, y ha recibido críticas también por que bajo el Zócalo existen vestigios prehispánicos que podrían ponerse en riesgo, además de ser una zona muy vulnerable a los sismos.
Dos enmarcha
Claro que, además de este proyecto, existen otros emprendimientos subterráneos que se han concretado en los últimos tiempos: el centro comercial Garden Santa Fe y el Acuario Inbursa de Polanco.
El primero ofrece 65 mil metros cuadrados de construcción subterránea, dividido en seis niveles: dos para la zona comercial y el resto para estacionamiento.
El diseño del Centro Comercial Garden Santa Fe es sustentable, ya que cuenta con celdas fotovoltaicas, tratamiento de aguas negras y sistema de captación de aguas fluviales.
Fue desarrollado por un grupo inversor liderado por Grupo Copri y Arquitectoma, mientras que el proyecto arquitectónico fue desarrollado por la destacada firma de arquitectos internacionales KMD y Arquitectoma.
El tercer emprendimiento «hacia abajo» del DF es el recientemente inaugurado Aquarium Inbursa en Polanco, el mayor acuario de Latinoamérica, cuyo propietario es el Grupo Carso del multimillonario mexicano Carlos Slim.
Según se dijo, el magnate no quería que su acuario estropease la vista del Museo Soumaya, también de su propiedad y donde se exhibe su colección privada que incluye obras de Augusto Rodin, Salvador Dalí y Tintoretto, entre otras. Por eso ordenó construirlo de forma subterránea.
La reserva marina en la capital se desarrolló en cuatro niveles a 25 metros bajo la tierra, y alberga 1,7 millones de litros de agua de mar, además de 230 especies y 500 ejemplares, informa BBC Mundo.
El recorrido por el Aquarium Inbursa de Polanco comienza en el tercer sótano, donde están las especies que viven a mayor profundidad en el mar, y luego se llega a un área de manglares en la superficie.