Audemars Piguet recibió a su embajador Leo Messi en la Manufactura de Le Brassus.
El mejor jugador del mundo tuvo un encuentro cercano con una de las casas de alta relojería más importantes del mundo.
Visitar el taller donde se realizan memorables piezas relojeras debe ser una de las experiencias más exquisitas para un amantes de los relojes. Aquí la historia de un reloj cobra forma de principio a fin y principalmente se gestan las asombrosas técnicas de tradición y precisión.
Leo Messi además de poseer el Balón de Oro, también es embajador de la marca de Alta Relojería suiza Audemars Piguet desde el 2010.
Audemars Piguet invitó a “La pulga” a convivir de cerca con los secretos de la alta relojería desde el lugar más valioso de la manufactura: el taller.
Acompañado por François-Henry Bennahmias, CEO de Audemars Piguet, Leo Messi visitó los talleres donde se fabricó la edición limitada que lleva su nombre. Con la versión platino de su Chronógrafo Royal Oak Leo Messi a la muñeca, el futbolista conversó con los relojeros que han creado su modelo.
“Me llamó la atención lo difícil que es todo… armar un reloj, pieza por pieza. Un reloj se compone de muchísimas piezas, todas muy chiquititas y lleva mucho tiempo, mucho trabajo, mucha concentración el poder realizar uno para que esté terminado y la verdad es que me sorprendió mucho lo difícil que es”, dijo.
Leo descubrió la semejanza entre el saber hacer de los relojeros y su arte: “Creo que la perfección, el buscar que todo esté perfecto. El trabajo, la concentración que llevan realizar un reloj. Estar solo con el reloj trabajando sin importar lo que pasa alrededor y hacer lo posible para que salga perfecto”.
En el tramo final de la Liga Española, Leo Messi luchará para conseguir el título y dentro de unas semanas, liderará a la selección argentina en la disputa de la Copa del Mundo de Brasil.
Como capitán, Leo tratará de volver a superarse a sí mismo, tal y como hace constantemente Audemars Piguet, cuya filosofía es: “para romper las reglas, primero hay que dominarlas”.