La icónica muñeca Barbie, adorada por generaciones de niñas, resume para muchos del ideal de belleza, la imagen misma de la perfección.
A pesar de recibir críticas por el modelo de mujer que plantea, la artista y fotógrafa Samantha Humphreys ha querido mostrarla bien lejos de su estilo de vida «color de rosa», utilizándola para documentar la dura realidad de las mujeres que sufren la violencia doméstica.
En el trabajo de la artista, compuesto por una serie de 10 fotografías, Barbie es la imagen de la inseguridad, la soledad, enfermedades y hasta adicciones.
Mediante el uso de las muñecas Barbie, la exposición Speaking Out en la Universidad de Leicester, Reino Unido de la fotógrafa demuestra que la vida para algunos no es perfecta.
Samantha explica en su blog que su serie «What if?» está basada en la cuestión teórica de «¿Qué pasaría si tuviéramos que enseñar a nuestros hijos a una edad temprana las duras realidades a las que se tienen que enfrentar?»
Además, añade que es evidente que no piensa exponer a los niños a este tipo de cosas, y que tampoco piensa que su trabajo esté destinado a ser usado como una herramienta educativa.