Con la realización de mesas redondas a celebrarse en diversas ciudades del país, así como un encuentro de fonotecas y archivos fonográficos, entre otras actividades, la Fonoteca festejará sus primeros 50 años de vida.
Las actividades conmemorativas incluirán mesas redondas en las que se abordará el papel que ha desempeñado la Fonoteca en la investigación, el registro, la conservación y la difusión de estas expresiones musicales.
La primera se efectuará en mayo en la ciudad de Morelia, a la que asistirán músicos tradicionales, investigadores, bailadores, danzantes y promotores para discutir en torno a qué ha hecho la Fonoteca y en qué ha contribuido para dar a conocer las vertientes musicales, conservarlas e impulsarlas.
La segunda mesa será en julio en la ciudad de Oaxaca, donde se darán cita creadores oaxaqueños, de Chiapas, Veracruz y Guerrero. La última reunión se celebrará en la Ciudad de México, en el marco del X Foro Internacional de Música Tradicional (septiembre-octubre), así como el Encuentro de Fonotecas y Archivos Fonográficos del INAH, programado en la ciudad de Puebla en noviembre.
Otra celebración que coincide con el 50 aniversario de la Fonoteca es el X Foro Internacional de Música Tradicional, que ha jugado un papel muy importante en la difusión de la música nacional y cuya realización será en septiembre y octubre, como parte de la XXVI Feria del Libro de Antropología e Historia.
La Fonoteca del INAH cuenta con cuatro académicos que desarrollan proyectos antropológicos, etnológicos, etnohistóricos y etnomusicológicos: Felipe Flores, Carlos Ruiz Rodríguez, J. Jesús Jáuregui Jiménez y Marina Alonso Bolaños.
Posee un acervo de 18 mil soportes que van desde discos de acetato, vinil, casetes, cintas de carrete abierto, discos compactos, DAT, carrete de alambre hasta un cilindro de cera.
Los retos a los que la institución se enfrenta, de cara a sus primeros 50 años de vida, son registrar más música, acudir a más regiones e incrementar sus acervos, para que se difundan a amplios sectores del país, que se inserten en los planes y programas de estudios de la educación básica, y que se aprovechen las nuevas tecnologías digitales para su difusión.