La mañana del jueves nos sorprendió con la muerte del filósofo Luis Villoro, a los 91 años de edad, uno de los hombres más reconocidos en el mundo de las letras.
Así lo han definido varias figuras de la intelectualidad mexicana, como la escritora Elena Poniatowska, quien consideró que este año ha sido difícil para las letras nacionales, pues primero se fue Juan Gelman, después José Emilio Pacheco, luego Federico Campbell y ahora el filósofo mexicano, padre del escritor Juan Villoro.
“Luis Villoro era un hombre guapísimo, todas las mujeres se enamoraban de él, era un cuero y un zapatista, se fletaba y fue a todas las reuniones de los zapatistas habidas y por haber”, expresó.
Añadió que su decenso representa una gran pérdida para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya que fue uno de los más importantes filósofos de esa institución.
Por su parte, José Narro, rector de la UNAM, dijo que el fallecimiento de Villoro es una de las pérdidas irreparables, pues personajes de su talla no se dan todos los días, “era uno de nuestros grandes pensadores, un hombre maravilloso y tendría que decir que era un universitario integral y completo”.
También era una persona que permanentemente estaba interesada en su casa de estudio, su facultad y su instituto, porque en los momentos más importantes de la UNAM él estuvo presente, así como en los órganos de trabajo universitarios.
Apuntó que para la UNAM el fallecimiento de Luis Villoro, quien recibió de su casa de estudios las mayores distinciones, representa una pérdida enorme.
No obstante, deja una gran obra e hizo múltiples contribuciones al pensamiento y al fortalecimiento de la identidad y “de nuestra nación, la docencia y la investigación, fue un gran pensador”, aseguró el catedrático.
En tanto, la escritora Margo Glantz dijo que Luis Villoro no sólo fue un gran filósofo sino también un gran hombre, cuyo trabajó fue maravilloso como su relación con el zapatismo.
“Siento mucho que haya muerto, porque fue una de las figuras, insisto, más queridas y más integras. Lo conocí en 1947 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, éramos amiguísimos toda la vida y ha sido un amigo de lo más generoso conmigo y era guapísimo”, expresó.