Muchas son las imágenes y sensaciones que dejó la 56a. entrega de los premios Grammy en Los Ángeles, aunque ninguna ha tenido tanta repercusión en las redes sociales como la de los ex Beatles Paul McCartney y Ringo Starr subiendo al escenario y haciendo bailar a Yoko Ono, la viuda de su antiguo compañero John Lennon.
McCartney, que lució chaqueta negra y camisa blanca, interpretó una nueva canción, «Queenie Eye», el nombre de un juego de su infancia, acompañado en la batería de Ringo Starr, de camisa negra con lunares rojos.
Yoko Ono, viuda de John Lennon, asesinado en 1980, se levantó de su asiento como muchos espectadores para bailar al ritmo de la canción.
A su lado, bailó su hijo Sean Lennon (con sus gafas y su largo pelo despeinado se parece mucho a su padre), mientras que Olivia Harrison, la viuda del también fallecido Beatle George Harrison, y las esposas de McCartney y Starr, también estuvieron presentes en el estadio Staples Center.
Los dos ex Beatles fueron presentados por la actriz Julia Roberts, quien habló de la «revolución melodiosa y pacífica» de la legendaria banda de rock hace 50 años, asegura el portal Teinteresa.es.
Paul McCartney, que recibirá junto a Ringo Starr un Grammy honorífico a la trayectoria de los Beatles, también recibió el trofeo a la Mejor canción de rock del año («Cut Me Some Slack»), junto con Dave Grohl, el líder de Foo Fighters.
La imagen de concordia sirve como calentamiento para la noche especial en homenaje a los Beatles que celebrará este lunes la Academia de la Grabación, un día después de la entrega de los Grammy.