Distintas tradiciones acompañan a muchas de las festividades y celebraciones en el mundo occidental, y una de las más famosas es la de comer uvas en Año Nuevo. Pero…¿dónde se origina esta costumbre?
Según algunos relatos, la tradición de comer uvas en Año Nuevo tiene origen en España, sobre todo en las provincias de Alicante y Murcia.
Allí, los agricultores solían comer muchas uvas la última noche del año para asegurar la abundancia de sus cosechas el año siguiente.
La tradición de comer 12 uvas cada fin de año se extendió también a México, Venezuela, Argentina, Ecuador, Perú o Chile, aunque el lugar por excelencia para comer las 12 uvas es la Puerta del Sol, ubicada en Madrid, España.
El número de uvas que se comen tiene que ver con las campanadas que marcan el fin del año, y que a su vez representan los 12 meses del año.
La costumbre dicta que al comer cada uva hay que pedir un deseo para que se cumpla a los largo de los 365 días siguientes.