Millones de mujeres en todo el mundo sufren, lamentablemente, las agresiones sexuales, convirtiéndose en un riesgo latente para muchas de ellas y en un problema sin solución en muchos países.
Para hacer frente a esta situación, un controvertido proyecto de ropa interior ha generado un intenso debate, posicionándose como una alternativa extrana e incluso extrema ante esta auténtica lacra social.
Se trata de AR Wear, una línea de ropa interior, deportiva y de uso diario diseñada para evitar las violaciones, que es considerado como una necesidad del mercado por unos, como un producto que estigmatiza a la mujer por otro, y también, por algunos, como un elemento que puede aportar libertad y seguridad a las mujeres.
Ruth y Yuval, encargadas de AR Wear, dedicaron largo tiempo a revisar diversos estudios en relación con las violaciones hacia las mujeres.
Luego de varios años de análisis, concluyeron que estrategias de protección como la defensa personal y el gas de pimienta no eran medidas suficientemente efectivas para evadir una violación.
Por otra parte, la resistencia a este tipo de ataques aumenta las posibilidades de evadirlos de una manera más exitosa sin volver más propensa a la víctima a recibir otro tipo de perjuicios físicos por su atacante.
Las prendas AR Wear tienen un material resistente que no puede ser arrancado a la fuerza; en zonas como las caderas, muslos y genitales son protegidos con un sistema para evitar su desprendimiento.
Las responsables de la marca especificaron que la única forma de quitarlo es con un código, que sólo debe conocer la usuaria que viste dichas ropas.