Estoy en calidad de bulto, pero no por las fiestas, desafortunadamente sino por trabajo de escritorio y las desveladas en las sesiones de fotos, porque así como me ven de party girl, escribo…y bastante. Fue justamente en uno de esos viajes de chamba que fui a dar al aeropuerto de Toluca en un avión privado de la firma Across (que no tienen nada que ver con los refrigeradores de los años 70, by the way).
A lo Wall Street
Pues ahí estaba yo muy feliz en mi avión privado prestado, un Cessna Citation Sovereign, reposando en uno de los asientos de piel, con cabecerita y todo, cuando movieron al avión a un hangar vecino por cuestiones de espacio. ¿Y adivinen qué?
Que el avión que dormía en el hangar vecino era el de Miguel Alemán Velasco, y no se imaginan el juguetote que es, ¡pero para eso me tienen aquí! Para contárselos todo.
Pues bien, primero que todo, es enorme, el más lujoso de los aviones privados existentes en el mercado, el Gulfstream G550; lo que sigue de eso es un avión comercial. Punto. O sea, esos aviones los tienen los magnates de Wall Street, Bill Gates et alius… Alejandro Ramírez, CEO de Cinépolis, tiene un Bombardier de gran categoría…pero no le llega al Gulfstream de Don Miguel.
El G550 XA-MAV (uffff, con sus iniciales, qué niveeeeel), como todos los de su modelo tiene capacidad para 16 pasajeros, incluida la tripulación; puede viajar hasta China de una sola sentada (bueno, volada), y aparte, es el más veloz de su clase y fa-mo-so por su aterrizaje suavecito y porque puedes ponerte de pie sin tener que agacharte, como casi en todos los aviones.
Quisiera contarles más detalles, pero Juanito, el guardián de la preciada maquinita me lo impidió, o sea, nadie se puede acerar al interior del avión ni por asomo. Lo que sí les puedo contar es que está decorado con los logos de Interjet y las alas son de color azul; pero, ¿eso qué? Lo divertido fue que durante las cuatro horas que estuve ahí lo lavaron, y lo limpiaron, y lo volvieron a lavar y lo volvieron a limpiar.
Igualito que cuando el viene-viene lava mi coche con la franela en el toldo, el crew exclusivo del avión XA-MAV, lo pule afanosamente una y otra vez para que quede divain. Pero ni el más chic de los franeleros de Polanco se pone las pantuflitas de microfibra que traían los chicos del crew MVA para no rayar a la bestia mientras le trapean las alitas…
El avión había llegado de Miami el día anterior, y justo me había enterado antes que Miguel Alemán Magnani había estado en dicha ciudad con Toño Mauri en un viaje de negocios.
Obvio, obviooooo, me hice la foto, pero no la del recuerdo, eso no es para nada nice, me la produje: yo en Vanessa Serrano con mi bolsa de shopping, recién llegada de Nueva York tapándome del aire de la turibina (imaginaria). Oye Salomé…
Inicia la FILO
En otros viajes, estoy en Oaxaca porque esta semana se inauguró la Feria del Libro (FILO), a la que soy habitual y de la que soy fan; primero, porque es chiquita y muy íntima, por lo que todos nos conocemos y eso hace el ambiente muy agradable y fácil para convivir, tipo que al que no conoces, en dos horas ya es tu compa.
La dirige Guillermo Quijas, un chavo súper entusiasta y amante de la literatura, de apenas 31 años de edad. Memo también es propietario de Editorial Almadía, una casa ciento por ciento oaxaqueña, que fundó con el escritor Leandro da Jandra; nació hace ocho años y que tiene mucha presencia a pesar de tan poco tiempo.
Almadía comenzó a publicar autores locales como Pergentino José y jóvenes autores primerizos que hoy son prometedores y narradores con bastante fuerza, como Tryno Maldonado (no se pierdan su novela “Teoría de las Catástrofes”, ambientada justamente en Oaxaca), y a la se han ido sumando estrellas de la talla de Sergio Pitol, Juan Villoro y Tedi López Mills, una mujer bellísima y gran poeta, que ganó el Premo Xavier Villaurrutia hace un par de años.
Memo le ha puesto mucha onda a la literatura porque es cero rígido y pretencioso, y también le puso mucho cachet a la feria desde que la tiene en sus manos, digamos que le pone sabor (a mezcal, jejejeje) y la hace cercana para todos, no privativa para intelectuales.
También le pone glamour. Ayer ofreció una cena en el restaurante La Catedral para homenajear al gran Sergio Pitol, en la que estuvieron presentes las celebs literarias Andrés Neuman, que fue Premio Alfaguara, nuestra querida escritora y colaboradora de Massaryk.TV, Mónica Maristáin, la cuentista y RP Paola Tinoco, y la conductora de Imagen Mariana H, que de rock y literatura sabe como yo de drinkies…digo, lujo. En fin, ustedes entienden. Hoy le toca bombo al argentino Ricardo Piglia y al neoyorquino Richard Ford. Estrellas de verdad.
Yo amo Oaxaca y la amo porque todo lo que aquí ocurre es mágico y artístico, y porque, la verdad, no se come en ningún lugar como en este. Es más, hice dieta quince días antes de venir para bajar los 10 kilos que voy a subir en un finde sólo en Casa Oaxaca, del chef Alejandro Ruiz.
Así que agárrrrrrrrenme, que entre libros, mezcal y gusanos de maguey me van a desconocer, y francamente deberían de hacer lo propio, Oaxaca es lo de hoy.
El remate…
Quiero felicitar a Sagrario Saraíd, directora editorial de Playboy, por el aniversario de la revista y por el éxito de la carrera Playboy Run que fue la semana pasada en circuito Gandhi de Chapultepec a beneficio de FUCAM, fundación dedicada a ayudar a mujeres con cáncer de seno.
Por supuesto, las estrellas fueron las playmates y las invitadas VIP como Julia Orayén, la edecán del IFE, que ya en pants se ve bastante inofensiva, je je je. Aunque caminé, no corrí y fui la última en llegar, disfruté mucho ser parte de ello. Un abrazo por el gran evento.
¡Nos leemos la próxima semana!