Como parte del ciclo BandaSonoras organizado por la Cineteca Nacional y el Instituto Mexicano de la Radio (IMER), se presenta en noviembre una de las bandas más emblemáticas y de mayor trayectoria en la escena del rock en México, La Barranca, que regresa luego de su exitosa presentación de 2009 en este mismo recinto para musicalizar por segunda ocasión El fantasma de la ópera(Estados Unidos, 1925), de Rupert Julian.
La cita es el próximo sábado 2 de noviembre en la Sala 2, Salvador Toscano, de la Cineteca Nacional, en dos funciones que se exhibirán a las 17:00 y 20:00 horas respectivamente. La preventa de boletos iniciará el viernes 25 de octubre en las taquillas del recinto con un costo de $150 pesos.
En 2009, la agrupación se unió al ciclo BandaSonoras de la Cineteca Nacional para musicalizar el filme silente de Rupert Julian.
En aquel momento los integrantes del grupo decidieron escribir música instrumental específicamente para la cinta, la cual se presentó en una exitosa jornada de tres funciones agotadas. Cuatro años después, regresan con un espectáculo corregido y aumentado en las nuevas instalaciones de la Cineteca Nacional.
Este 2 de noviembre de 2013, La Barranca se presenta nuevamente en la Cineteca con su formación actual completa: José Manuel Aguilera (guitarra), Federico Fong (bajo y piano), Adolfo Romero (guitarra y piano), Navi Naas (batería y percusión) y Quique Castro (marimba, percusiones, piano), para musicalizar la historia de un músico deforme –interpretado por Lon Chaney– que siembra el terror en la Ópera de París, valiéndose de un maquillaje diseñado por él mismo para dar a su rostro la apariencia de un cadáver. El fantasma de la Ópera pasó a la historia como uno de los filmes más espectaculares del cine silente, donde resaltan los fastuosos escenarios de Ben Carré.
Sobre este largometraje José Manuel Aguilera y Federico Fong explican: “Desde que recibimos la invitación de la Cineteca de musicalizar una película muda, en 2009, la idea nos fascinó. Especialmente cuando, entre varias opciones, nos decidimos por ésta hermosísima película de Rupert Julian. No sólo es una gran historia de terror, sino que lleva implícita toda una compleja historia de amor, con una carga emocional muy fuerte. La película fue una magna producción de su época, filmada en el Teatro de la Ópera de París, así que los escenarios son magníficos y está cuidada en cada detalle, en cada toma. Las actuaciones de Lon Chaney, Mary Philbin y el resto del reparto son maravillosas. Nos atrapó sobre todo el ritmo de sus secuencias, que tiene algo de majestuoso”.