Del 10 de octubre al 10 de noviembre en horario de tienda, de 11 a 21 horas, El Palacio de Hierro de 20 de noviembre, la primera tienda de la cadena departamental que hoy es propiedad de la familia Baillères, será sede de la exposición histórica de objetos y vestuario que han pasado por los escaparates de Palacio a lo largo de 125 años.
Para celebrar tan importante apertura, Don Raúl Baillères y su esposa Teresa, así como sus hijos, Raúl, Alejandro y Juan Pablo, convocaron a una gala exclusiva para amigos y clientes de El Palacio de Hierro, donde el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, inauguró dicha exposición en compañía de José María Blanco, Director General de El Palacio de Hierro.
La muestra, curada por Ana Elena Mallet y Rodrigo Flores, quien es propietario de una amplia colección de vestidos y antiguos artículos de lujo, se compone de 19 aparadores externos, comprendidos entre las calles Venustiano Carranza, 5 de febrero y 20 de noviembre en el primer cuadro de la Ciudad de México.
En el interior, los tres pisos de la lujosa departamental, que conserva sus rosetones del siglo 19 en el techo principal, se podrán encontrar muebles, vajillas, cristalería, vestidos de novia y vestidos de coctel creados por Madame Rostan, la primera diseñadora de Palacio de Hierro, en los años 20.
La curaduría viaja por el art decó hasta el baby boom de los años 50, la moda rockera de los 60, la sicodelia de los 70, el glamour ochentero, el minimalismo noventero y el vanguardismo del siglo 21, caracterizados todos por sus objetos y vestimentas exclusivas.
Los Baillères celebraron en grande con un menú buffet realizado por los chefs Jared Reardon y Sonia Arias, del restaurante Jaso, ríos interminables de champagne, música de cámara en vivo, y para terminar, el ambiente juvenil de los Dj.
El 30 de enero de 1888 se firmo el acta con la que se constituyó como empresa Almacenes El Palacio de Hierro, en la notaría de Ignacio Burgoa. El 1 de julio 1891 quedó abierta al público en la ubicación original que hoy conocemos, en el edificio original, al que después se le agregó una cúpula metálica, tras un incendio que casi acaba con la tienda.
A don Alberto Baillères le gusta platicar que, durante los tres años que se construyó el edificio, los parroquianos que pasaban por ahí se preguntaban “¿Qué será ese palacio de hierro que hacen ahí”? Así fue como nació el nombre de la única tienda de lujo de nuestro país perteneciente a una empresa familiar ciento por ciento mexicana.