En una íntima velada, Jaeger-Coultre celebró 180 años de historia en un resinto realmente envidiable: El Museo del Palacio de Bellas Artes.
En el marco del Salón de Alta Relojería y aprovechando las visitas de la casa relojera a México, Jaeger-Coultre organizó en el Museo del Palacio de Bellas Artes una cena con invitados de lujo.
Durante este exclusivo evento la marca presentó una retrospectiva de las piezas más emblemáticas provenientes de su Museo Privado en Suiza, que resumen las grandes aportaciones al mundo de la alta relojería y la cultura del quehacer de los artesanos y maestros relojeros que transforman una pieza de tiempo en una verdadera obra de arte.
La colección más importante que compone esta exhibición, es la llamada Jubilée, serie limitada de 3 relojes que rinde homenaje a los ideales del fundador Antoine LeCoultre.
También integran esta muestra piezas antiguas de la manufactura, los primeros calibres con cronógrafos y repetición de minutos, las primeras piezas de bolsillo y colgantes, piezas esmaltadas que remiten a los años 1900 y relojes joya que se han convertido íconos de Jaeger-LeCoultre en el mundo.
Teniendo como anfitriones a Daniel Riedo, CEO de Jaeger-LeCoultre, y Janek Deleskiewicz, Director Artístico, quienes en visita especial a México, celebraron junto con los amigos y amantes de la alta relojería, 180 años de creatividad relojera.
Entre los asistentes se encontraban: Patricia Bessudo, Lulú Creel, Geoffrey Ader, John Paul Ospina, Brenda Jaet entre otros.
El cierre de ésta noche de celebración, sucedió cuando Janek Deleskiewicz, Director Artístico, deleitó a los invitados con su saxofón, tocando piezas inspiradas en la historia de Jaeger- LeCoultre