El sitio museotamayo.org, define a Rufino Tamayo como un artista de extensa significación para la cultura contemporánea de México.
Las aportaciones de su obra no sólo se extienden en el campo del color, sino que también forjó una iconografía novedosa y personal, construida con elementos que vienen de algunas manifestaciones de la originalidad creativa del arte prehispánico de México.
Hoy celebremos el 114 aniversario del nacimiento del gran pintor y muralista mexicano con una semblanza de su obra.
• Tamayo cultivó ciertas formas ingeniosas y espontáneas del arte popular, e incorporó a su pintura determinados rasgos, eclécticamente elegidos, de algunas de las vanguardias internacionales de principios del siglo XX que le fueron empáticas.
• Logró, con esos elementos y un prodigioso talento, una poética única e inédita que satura uno de los cuerpos pictóricos más cautivadores de la historia del arte moderno de México.
• El arte de Tamayo manifiesta, a través de símbolos, metáforas e imágenes poéticas, sus reflexiones sobre tópicos universales como lo absoluto, lo relativo y lo sublime, expresado en la dualidad de la naturaleza más plena del género humano.
• Cultivó una poética de imágenes, expresadas con novedosos valores plásticos.
• Sus naturalezas muertas, sus personajes en actitud interrogativa, las constelaciones, las fuerzas destructivas y agresivas,las interferencias en la comunicación humana, los avances tecnológicos y el erotismo son los temas que con insistencia se encuentran en su pintura.
• Con formas sintéticas surgidas de un largo diálogo con las vanguardias y elementos que incorporó de la poderosa estética prehispánica y de lo popular mexicano, sus cuadros apelan a la sensualidad tanto como al intelecto.
• Tamayo es un artista clásico, por lo tanto, de permanente contemporaneidad.