Algunos expertos consideran que los vinos dulces tradicionales, como el Sauternes, el Tokaj o los de Málaga, han pasado ya de moda. Y puede ser verdad, aunque en Estados Unidos parecen empeñados en demostrar que esta conclusión no es del todo categórica.
Según ha informado un portal especializado, los vinos aromatizados con chocolate y las sangrías embotelladas encuentran cada vez más clientes en ese país, obligando a los productores a redoblar la apuesta para satisfacer la demanda, especialmente la del público más joven.
Tanto es así que los datos lo confirman: en 2012 las ventas alcanzaron los 32,300 millones de dólares en tiendas y restaurantes, es decir, un incremento del 3,6 % respecto del año 2011. Y el volumen de ventas también creció hasta los 31 millones de hectolitros, un 2,2% más que en el mismo periodo.
Los vinos de mesa baratos de producción estadounidense, como el Franzia Winetaps (The Wine Group) o Barefoot Cellars (E&J Gallo), son los preferidos en el mercado, con un 68% del volumen total.
Donna Hood Crecca, de Technomic, asegura que «los vinos aromatizados, como las sangrías y los vinos con sabor a chocolate despegaaron de verdad. El vino forma ya parte de un estilo de vida desenfadado, y los productores intentan satisfacer esa demanda creciente con productos curiosos».
La especialista considera que «los consumidores, especialmente los treintañeros, se han dirigido hacia vinos más fáciles y bebibles, que valgan para diversos tipos de comidas y de celebraciones».