Dicen, y no con poca razón, que una imagen vale más que mil palabras. Y en el mundo de la moda mucho más, un sector en el que los logotipos suelen ser sinónimo distinción, de lujo y hasta de pertenencia.
Uno de los más famosos es el del tradicional y mundialmente conocido cocodrilo, que sin embargo estará ausente en la línea de camisas polo de Lacoste creadas por el diseñador gráfico Peter Saville, para conmemorar el 80° aniversario de la marca.
El Holiday Collector series de edición limitada cuenta con bordados verdes con forma de garabatos, que llegan a ser un esbozo del famoso emblema de Lacoste.
A un precio aproximado de 7,000 pesos por cada playera, la colección de Saville está integrada por 80 polos para hombres y 80 para las mujeres, y saldrá a la venta el 15 de noviembre en las tiendas Lacoste de todo el mundo.
Sin embargo, el precio no debe desanimar a los amantes de la marca del cocodrilo, ya que también lanzarán una edición comercial más grande, con ocho versiones para hombres y ocho para mujeres en un precio más económico: 2 mil pesos.
Cada pieza cuenta con un certificado de autenticidad numerado y firmado por Peter Saville.
Por otra parte, y para conmemorar su ochenta aniversario, Lacoste ha realizado una colaboración con ocho marcas del lujo, ligando momentos de la vida de su fundador, como su trayectoria de tenista con la funda de raqueta de Hermès, o una de sus pasiones, el golf (estaba casado con una leyenda como Simon Thion de la Chaume), con una colección de 27 tees de colores de Bernardaud, un palo de golf de Christofle, o un trolley de golf de la marca de champán Veuve Clicqot.
Otros objetos de lujo son un jarrón de la célebre cristalería Baccarat, famosa entre otras cosas por servir de material a perfumes estrella como los de Elsa Schiaparelli, un broche de diamantes y esmeraldas de Boucheron o incluso homenajes gourmet para llevarse a la boca, como son los pepitos o eclairs de Fouchon.
Origen del cocodrilo
El origen de uno de los logos más famoso del mundo se remonta a un paseo por las calles de Boston que realizó René Lacoste, gran jugador de tenis y fundador de la casa, quien se fijó en un maletín de piel de cocodrilo expuesto en un escaparate.
El capitán del equipo francés de la Copa Davis, en la que participaba por aquel entonces, le prometió tan suculento accesorio a cambio de ganar. Y aunque no pudo alzarse con la victoria, dio pie a que Lacoste fuese vinculado al sobrenombre de «El cocodrilo», un hito que se ha plasmado con el famoso animal bordado en los polos de la firma desde 1993.