Desde el 2010, Audemars Piguet, Montreux Sounds y el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana (EPFL) unieron sus fuerzas con el objetivo de digitalizar, restaurar y preservar los valiosos archivos del Festival de Jazz de Montreaux, fundado por el fallecido Claude Nobs.
Una colección que incluye miles de horas de grabaciones de los mejores músicos del mundo y que ahora se convierte en la primera biblioteca audiovisual reconocida por la UNESCO como parte de su “Memoria del Mundo”, en un esfuerzo por proteger el patrimonio intangible de la humanidad.
Para garantizar que la herencia de Claude Nobs siga viva durante muchos años, su socio Thierry Amsallem anunció la creación de la Fundación Claude Nobs, con la finalidad de preservar y hacer más accesible esta colección de incalculable valor formada por 5.000 horas de grabaciones en directo que recogen la historia de medio siglo de música.
Para Audemars Piguet, el Montreux Sounds Digital Project está en consonancia con los valores de la marca de preservar su larga herencia y tradición de alta relojería para las generaciones futuras en el lugar donde fue creada, el valle de Joux.
Sobre el reciente anuncio, el CEO de Audemars Piguet François-Henry Bennahmias comenta: “La dedicación al trabajo de Claude Nobs ha sido la inspiración para este proyecto. Fue un fiel amigo de Audemars Piguet y, por ello, también estamos encantados a nivel de personal de participar en el mismo. Y lo que es más importante, estamos orgullosos de respaldar semejante esfuerzo colosal para transformar un patrimonio único en un recurso digital de máxima calidad para las generaciones del mañana”.
Claude Nobs, todo un visionario, valoraba inmensamente el mundo de la música, por lo que creó el Festival de Jazz de Montreux, que con el tiempo se ha convertido en todo un referente no solo en Suiza, sino en el mundo entero. No obstante, como todas las grandes ideas, tuvo que insistir mucho para convencer a las emisoras de TV para que acudieran y grabaran los conciertos.
La visión de Claude Nobs fue desarrollar un legado musical para las generaciones futuras. Cuando se enteró de que la Televisión Suiza estaba sobrescribiendo sus archivos, Claude adquirió las primeras grabaciones y, desde entonces, se aseguró personalmente de que todos los conciertos se grabaran sistemáticamente en audio y vídeo. Este legado consta de casi 5.000 horas de grabaciones audiovisuales que incluyen casi medio siglo de historia del festival, desde 1967 a 2012, lo que constituye una colección única que Quincy Jones ha descrito como “el testimonio más importante de la historia de la música del jazz, el blues y el rock”.