Situado en el extremo noreste de África y con algunos territorios en Asia, Egipto ha recibido influencias diversas a lo largo de su milenaria historia.
Este mix de culturas ha generado una gastronomía diversa, cambiante y vital en el país de los faraones, con una maravillosa combinación de sabores, gracias a la mezcla de ingredientes provenientes de ambos continentes. Y con el siempre excitante mestizaje de aromas y sabores que aportaron africanos y árabes.
Sin embargo, hay dos alimentos que son la base de la comida egipcia, y que no faltan en ninguna mesa:
1- Las Fuul, una especie de frijoles gordos y de color marrón, que se aderezan con limón y suelen cocinarse a fuego lento en un caldero. Generalmente se las utiliza como acompañamiento para todo tipo de platos, como ensaladas y albóndigas (falafel). También se las puede preparar cocidas con queso, huevos, yogurth y ajo.
2. Las Aish, unas deliciosas hogazas de pan, cuya masa es preparada con distintas harinas, como la «aish baladi».
Tampoco falta en la gastronomía egipcia una buena variedad de carnes y pescados, destacándose el uso de la res, el cordero, el pato, el pavo, el pollo y el pichón.
Uno de los platos típicos de este país es el Mashi, hecho con arroz y carne, acompañados por berenjenas, tomates, hojas de parra y pimientos.
También son habituales los mezze, una variedad de entradas frías servidas en tazones pequeños.
Además, cualquier turista debería probar el Koshari, una preparación en forma de capas, donde se superponen macarrones, lentejas, arroz y tomate.
Y por supuesto, los tradicionales tahini (pasta de ajonjolí) o el hummus (puré de garbanzos), la sopa molujiya (jitomate y trozos de carne de res), el mahshi (tacos de col rellenos de arroz), jadra (ensalada aromática con lechugas, pimientos amarillo y rojo, cilantro y eneldo, zanahoria).
La gastronomía egipcia, como toda la árabe en general, es reconocida por sus postres, entre los que destaca el Eish Saraya, uno de los más deliciosos y que está hecho con elementos muy sencillos: pan, agua, limón y azúcar. También el Om Ali, una mezcla de pan con leche, nueces, coco y pasas, que se sirve caliente.
También, entre los preferidos de los egipcios, destacan el Aish Serail (hogaza de pan con miel y jarabe de azúcar) y la famosísima Baklava, masa rellena de nueces aromatizada con aguamiel.
¿Para beber? Normalmente los egipcios acompañan sus comidad con agua o cerveza, sin perder de vista que ésta última bebida se inventó en el país de las pirámides.
También son de buena calidad, y entre las bebidas típicas encontramos el Chai (té negro), de sabor fuerte o el Shai Nana, con hojas de menta. También el Karkade, infusión hecha con la flor del hibiscus (jamaica) o sus famosos cafés, además de jugos de lima, naranja, fresa, plátano, guayaba, mango y otras frutas tradicionales.