Pocos artistas mantienen un hermetismo tan grande acerca de su vida privada como Miguel Bosé, y en especial todo lo referido a sus mellizos, Diego y Tadeo.
Sin embargo, el cantante sorprendió hace algunas horas al compartir públicamente la noticia de que es padre de dos niños más, llamados Ivo y Telmo, a quienes -según Bosé- recibió en su hogar siete meses después de la llegada de los pequeños, a los que ya había reconocido.
«A los siete meses de nacer Diego y Tadeo llegaron otros dos mellizos: Ivo y Telmo. Muy poca gente lo sabía, hasta ahora», reconoció el intérprete a la revista española Shangay Express.
El artista no reveló las razones por las cuales ocultó durante tanto tiempo la existencia de los mellizos, sobre todo luego de manifestarse en varias ocasiones como una persona a la que le gustaría una familia numerosa.
«Obviamente, tienes que replantearte tus prioridades y adaptarte a las responsabilidades de tener dos niños pequeños a tu cargo. A partir de ese momento ya no estás solo, tienes dos personitas que lo son todo para ti. Me he pasado toda la vida libre de ataduras, pudiendo hacer lo que me daba la gana. Pero hoy no puedo tomar decisiones precipitadas, porque tengo gente que depende de mí y es una responsabilidad muy importante que debo atender. ¡Que es bellísima, por cierto! No me supone ningún esfuerzo», dijo Bosé.
Miguel Bosé ha cultivado en sus más de 30 años de carrera una cierta afición a hacer declaraciones explosivas sobre temas personales que, por otro lado, también trata de que no lleguen a la esfera pública sin su consentimiento.
Ni si, ni no
Un buen ejemplo de esta doble actitud reside en los constantes rumores que apuntan a la posible homosexualidad del artista, una serie de especulaciones que han propiciado el surgimiento de más de una leyenda urbana que, en vez de aclarar, el propio Bosé ha alimentado a través de ambiguos comentarios.
Acerca de esta cuestión, la estrella del pop siempre ha insistido en que nunca ha tratado de confundir a la opinión pública con su gran habilidad para la retórica, sino que únicamente ha tratado de exhibir ante el mundo su múltiple personalidad.
«Yo nunca he jugado con la provocación. Siempre he tenido un lado masculino muy poderoso y un femenino muy poderoso. Nací en una generación que había mutado, no sabíamos exactamente lo que éramos y creíamos necesario presentarnos en público con todas nuestras contradicciones», explicó en declaraciones recientes.
«Una vez, en una entrevista con una revista gay, algunos redactores me decían que sabían perfectamente quién era homosexual y quién no en el mundo del espectáculo. ‘¿Y a mí qué?’, les solté, no necesito saber esas cosas sobre la vida privada de los demás. Ni yo tengo por qué dar explicaciones sobre la gente con la que me acuesto», reflexionó.