Te presentamos algunas de las playas más impresionantes del Caribe que seguro no conoces y que son ideales si te gustan los lugares salvajes, todavía vírgenes e ideales para relajarte en tu próxima escapada.
SANTA MARTA, COLOMBIA
La bahía de Santa Marta está considerada como una de las más hermosas del Caribe. La Perla de América, como la denominó el padre Antonio Julián en el siglo XVIII, es el centro neurálgico de un rosario de playas, las mejores de toda Colombia, desparramadas en menos de 50 kilómetros de litoral. Son todas de arena blanca y la mayoría de aguas tranquilas. Pero la mejor es el parque nacional Tayrona. Sus barras arenosas, enmarcadas por una naturaleza salvaje, están reconocidas entre las más bellas del mundo. Al parque, situado 34 kilómetros al oriente de Santa Marta –media hora en coche-, se puede acceder por mar en pequeñas embarcaciones desde la bahía de Taganga.
SAN ANDRÉS Y PROVIDENCIA, COLOMBIA
A 600 kilómetros de la costa continental colombiana, en la estrecha lengua del golfo de Urabá, se hallan las islas de San Andrés y Providencia. Las islas cuentan con más de 40 ensenadas de blancas arenas coralinas, algunas casi vírgenes. La oferta se hace aún más tentadora si se incluyen los cayos; algunos, como Johnny Key y Haines, a cinco minutos en lancha, y otros, casos de Alburquerque y Courtown, a dos horas. Providencia, casi inexplorada, está cubierta de flora tropical, perceptible mientras uno pasea por sus playas, mecido por la suave brisa del Caribe.
CAHUITA, COSTA RICA
El parque nacional Cahuita cobija uno de los paisajes naturales más grandiosos de Costa Rica. Localizado en la provincia de Limón, 42 kilómetros al sur de la ciudad, este parque terrestre-marino es uno de esos paraísos perdidos. Fue creado en 1970, fundamentalmente para preservar la única barrera de coral con que cuenta el país. Desde entonces, Cahuita comenzó a recibir la visita de un turismo joven y no tardó en convertirse en un destino frecuentado dentro de la llamada ruta hippy centroamericana.
ISLAS DE LA BAHÍA, HONDURAS
A las tres islas principales, Guanaja, Roatán y Utila, se unen los 65 cayos e islotes que completan el archipiélago. Aquí se puede conocer una Honduras distinta, de ritmos lánguidos y fantasías de coral; de leyendas de bucaneros y de folclore electrizante, el de los bailes de los garífunas de Punta Gorda, en la costa septentrional de Roatán, la primera localidad habitada por estos descendientes del puñado de esclavos africanos que llegaron a las Antillas en dos barcos naufragados cerca de la isla de San Vicente. Mientras Roatán se ha rendido a las grandes inversiones turísticas, Guanaja y Utila nos proponen idéntica receta del paraíso caribeño, pero con el aderezo de gratificantes soledades.
SAMANÁ, REPÚBLICA DOMINICANA
La Organización Mundial de Turismo (OMT) señala a la República Dominicana como la nación de mayor potencial turístico en el área del Caribe. A 245 kilómetros al norte de Santo Domingo, la península de Samaná permanece a salvo, por el momento, de la ocupación turística masiva. Sus playas solitarias permiten un abandono absoluto en medio de una tupida vegetación. De diciembre a abril sus bahías acogen unas tres mil ballenas jorobadas, que pueden contemplarse a pocos metros durante su reproducción en estas cálidas aguas. Y en esta tarta de sabores genuinamente tropicales, Cayo Levantado, a sólo 15 minutos en barca desde el pueblo de Samaná, representa un paraíso.
LA CAYERÍA DEL NORTE, CUBA
Aunque uno se la imagina siempre como un único pedazo de tierra, Cuba es un archipiélago compuesto por 3.715 islas, cayos, restingas y barras coralinas de variada configuración. Los llamados cayos de La Herradura –Coco, Ensenada, Las Brujas y Santa María-, situados frente a la costa norte de la provincia de Villa Clara, se encuentran sitiadas por aguas cristalinas que forman parte de la segunda barrera de coral más extensa del Planeta, sólo superada por la de Australia. Impresionante!