La start-up Techtips acaba de presentar en el salón de electrónica CES, que se celebra en Las Vegas, un smartphone que puede esconderse en una uña.
El dispositivo, al mejor estilo James Bond, está concebido en un material específico, y sirve de pluma de precisión, evitando los errores causados por dedos demasiado gruesos en las pantallas táctiles.
«Está siempre con nosotros, y las mujeres tienen ya uñas falsas», dijo Sri Vellanki, dermatóloga e inventora del concepto.
La «nanonail» (miniuña) se pega como cualquier otra uña artificial y pasa totalmente desapercibida bajo una capa de esmalte. Soporta la acetona de los disolventes y pasa sin problemas bajo la ducha. «La uña debería ser bonita, no quería que las mujeres se la pusieran por obligación», explicó Vellanki.
Por su parte, la empresa austríaca SunnyBag presentó un bolso de mano con paneles solares flexibles, capaces de alimentar una pequeña batería para el caso de que el celular se quede a cero. También permite recargar una cámara de fotos u otro dispositivo a través de un puerto USB. «Nuestro objetivo fue combinar la moda y lo funcional», indica Kerstin Kurre, gestora del producto.
El filón que representa el auge de los teléfonos inteligentes no ha pasado desapercibido para los actores de la moda y de los accesorios, que integran ya auriculares en sus gorros u orejeras, proporcionando bufandas o guantes a juego.
En tanto, la empresa estadounidense David and Young ha convertido en un poco más tecnológicos algunos de sus sombreros, gorro u orejeras, incorporando teléfonos inteligentes en sus diseños.
Algo similar hizo la empresa italiana hi-Fun, instalando un teléfono en sus guantes. Son de apariencia muy clásica, en tela gris o negra. Sin embargo, cuando el teléfono suena, el guante izquierdo se pone a vibrar. Se descuelga entonces el teléfono apretando en un pequeño botón integrado en el puño, y después se pone el dedo pulgar a la altura de la oreja y el meñique delante de la boca: un altavoz está integrado en el primero, y un micrófono en el segundo.
Los guantes están unidos sin cables al teléfono inteligente por bluetooth, «una tecnología fácil, que funciona con la mayoría de aparatos», subraya Sadofsky.
Otros fabricantes prefieren integrar las funciones del teléfono a un reloj, utilizando igualmente la tecnología bluetooth. Martian Watch, Pebble, I’m Watch: varios productos de este tipo fueron presentados en esta edición del CES, que vibran o envían una notificación en caso de llamada, y permiten acceder a ciertas aplicaciones del teléfono.
La estadounidense Vuzix llamó la atención en el CES con un auricular sin hilo que actúa de teléfono, prolongado con un ramal que lleva una pequeña pantalla al nivel del ojo. Ésta refleja entonces la pantalla del teléfono inteligente al que está conectado el aparato, que será comercializado en el segundo trimestre de este año con un precio de alrededor de 500 dólares.
Vuzix anunció que dentro de 18 meses podría estar listo el que denominó el «santo grial» por David Lock, su responsable para la región Europa-Medio Oriente-África: unos lentes reales que permiten ver a través de los cristales pero, también, consultar de manera discreta la pantalla del teléfono o de cualquier otro dispositivo del usuario.