En Israel, durante la construcción de un tramo carretero que va entre Tel Aviv y Jerusalén, se descubrió un antiguo templo que se cree tiene más de 2.700 años de antigüedad.
El sitio arqueológico fue descubierto hace dos semanas y forma parte de la excavación más grande en Tel Motza, que cuenta con ruinas que se remontan a la era neolítica.
El templo tiene una entrada que da al este, dejando que los primeros rayos de sol iluminen el interior tenuemente. Los arqueólogos, en el interior, encontraron una gran estructura cuadrada que parece que es un altar, así como una gran variedad de objetos de culto que incluyen los restos de cerámica y cálices, y figuras pequeñas de arcilla de seres humanos y animales que se cree que habrán sido utilizados en rituales religiosos.
Este nuevo descubrimiento es el último de Motza, ciudad que ha sido parte de una excavación arqueológica en curso desde la década de los 90. El templo es de edad próxima a otras ruinas en la zona.
Una vez que el pequeño templo haya sido completamente examinado será cerrado al público y preservado de cualquier daño. La construcción de la carretera seguirá su curso y se localizará sobre el sitio arqueológico, lo que impedirá el acceso al público. En cuanto a los objetos ceremoniales que fueron hallados en su interior serán catalogados y puestos en exhibición en un museo.