El actor francés Gérard Depardieu, indignado por las críticas recibidas después de que se supiera que traslada su residencia a Bélgica por razones fiscales, ha decido renunciar a su pasaporte y a la tarjeta de seguridad social, según afirma en una carta publicada hoy por «Le Journal du Dimanche» y dirigida al primer ministro, Jean-Marc Ayrault.
Gérard Depardieu, uno de los actores franceses más reconocidos en su país, afirmó que “desgraciadamente» ya no tiene nada más que hacer en Francia y que, aunque seguirá “amando” a los franceses, se va del país porque los socialistas «consideran que el éxito, la creación, el talento, y en realidad la diferencia, tienen que sancionarse».
«No pido ser aprobado, pero sí al menos respetado», escribió Depardieu quien respaldó públicamente al expresidente Nicolas Sarkozy en las elecciones de mayo pasado.
«Pagar los impuestos cuando hay que hacer esfuerzos es asunto de todos los franceses», agregó.
Mientras tanto en Bélgica, la perspectiva de una naturalización de Gérard Depardieu fue acogida el lunes con escepticismo, dado que la obtención de la nacionalidad belga requiere paciencia y pruebas de apego al país.
A sus 64 años, Gérard Depardieu, es uno de los actores más exitosos y mejor pagados de Francia. A lo largo de 42 años ha participado en más de 170 películas y recibió la medalla de Caballero de la Legión de Honor de Francia.