El nadador estadounidense Michael Phelps confesó que las emociones que lo sacuden tras convertirse en el deportista olímpico más exitoso de la historia son demasiado fuertes para controlarlas. Por ello el atleta decidió salir a celebrar sus triunfos y olvidarse del estrés.
Apenas unas horas después de competir en la última prueba de su carrera, Phelps se fue de fiesta a los pubs más exclusivos de Soho, en Londres, junto con 3 de sus medallas de oro y una misteriosa rubia, informó el portal TMZ, que publicó unas fotografías que muestran al nadador en una camioneta en espera de su regreso al hotel.
Phelps, que celebró de forma responsable, presumió sus medallas de oro en todo momento.
Michael Phelps debutó en los Juegos Olímpicos a los 15 años en Sydney, y se retira con 18 medallas de oro, 2 de plata y 2 de bronce.
“La excitación de estar de pie detrás de la línea de salida, mirando hacia abajo y listo para una carrera, es algo que sin duda extrañaré”, comentó Phelps, de 27 años, en una entrevista para Bloomberg Television. “Estoy seguro de que encontraré esa competitividad en otra cosa” agregó.
Su retiro dejará un espacio que, según sus compañeros de equipo, se tardará mucho tiempo en llenar.