El surf es un deporte, o más bien un arte, que no es apto para realizarse en todas las playas. El lugar de la exhibición debe de cumplir con unos mínimos requisitos de profundidad, claridad y equilibrio en el oleaje, es decir, que no sea lo bastante salvaje como para que los surfistas corran peligro, pero sí lo bastante revuelta como para generar olas de las dimensiones adecuadas.
Uno de los lugares que no debes de perderte es Hawai donde el surf se considera un deporte olímpico que atrae a multitud de entusiastas. En el pasado se consideraba un deporte «de Dioses» y reservado exclusivamente a la nobleza, ya que al elevarse por encima de las olas sentían una sensación divina, como de superioridad. Oahu, al norte, es considerada la capital mundial del surf, mientras que Wakiki es el lugar más seguro para los principiantes. Su costa es la cantera de olas de más de 10 metros de altura que se hacen dueñas del mar y han bautizado playas con los nombres de ‘Cañones’, ‘Quiebrahuesos’, ‘Monstruos’ o ‘Mamba’. Playas donde siempre ondea la bandera roja.
Uno de los lemas de las vacaciones australianas es «Sun, sand and surf». Para los australianos el surf es una asignatura obligatoria en las escuelas. El entorno metropolitano de Sydney, en el estado de New South Wales, y sus atractivas aguas calientes atraen a surfistas de todo el mundo a las playas de Manly, Dee Why, Narrabeen y Avalon, donde los campamentos itinerantes de surf proliferan a lo largo del litoral.
Las excelentes condiciones climatológicas de Pichilemu (Chile) generan el oleaje adecuado para volar con la tabla. Mucho más variadas, gracias a su extensión, son las playas de Brasil y California, que en el caso de Chile, un swell potente provocado por la diferencia de presiones y las lluvias tropicales entra por Cabo de Hornos y se asienta la mayor parte del año por todo el país, rotando del sur al norte de manera que todas las zonas puedan disfrutar de las condiciones idóneas para surfear. La rugosa costa del oeste de California es cuna del estilo de vida surfista, libre y temerario, y configura una verdadera atracción natural con sus cálidas playas sureñas. Un ambiente lleno de belleza y exotismo del que disfrutan los deportistas cuando se reúnen en competiciones para tomar las olas del Pacífico.
En España, también puedes disfrutar de un auténtico paraíso surfista. España y Portugal posee numerosas playas que son famosas por tener las condiciones adecuadas para subirte a la tabla y domar las olas. En las aguas del Atlántico, en Cabopino o Benálmadena, la costa gaditana, gallega y portuguesa son las aguas de los surfistas que quieren disfrutar tanto de un buen desafío acuático como de la mejor gastronomía ibérica. Los destinos más visitados son las playas de Yerbabuena, Barbate y El Palmar en Cádiz; las playas de Sagres, Carrapateira, Arrifana, Odeceixe o Buarcos, que componen parte del litoral portugués; y las perlas arenosas que podemos encontrar en la «Costa de la Muerte», como Ponte da Ría, Peizas, Montalvo, Valcobo, Batiagueiro, Fornos o Praia de Traba.
En el litoral cantábrico, el mar se va encerrando cada vez más conforme nos acercamos al Golfo de Vizcaya. Sin embargo, las olas dominan el paisaje con el mismo brío que las del mar abierto, azotando los acantilados y los cimientos de los pueblos más cercanos a la orilla. Los surfistas que visiten las playas de Gijón o la Tapia de Casariego (Asturias), la playa de Oyambre o la Ría de Suances (Cantabria), o en el País Vasco la famosa ola de Mundaka (sede de muchos enfrentamientos internacionales de surf) experimentarán la sensación de subirse a una montaña rusa, pero marina.
Si eres un amante del deporte de aventura, registra estos lugares en tu mapa de viajes. Disfrutarás la emoción excepcional que se siente al deslizarte por la ladera, pero de una montaña de agua. Libertad y rebeldía. Se siente como si estuvieras volando.