La cantante mexicana Paulina Rubio y su marido, Nicolás Vallejo-Nágera, despidieron 2008 con una romántica cena en una de los restaurantes más exclusivos de Miami Beach, el conocido Nobu. El dueño del local es Nobuyuki Matsuhisa, uno de los chefs más importantes del mundo.
La estrella latina, que está a punto de lanza su primer perfume, eligió para esta ocasión un minivestido a rayas. Por su parte, Nicolás usó unos tradicionales vaqueros que acompañó con una veraniega chaqueta americana. Paulina afronta el año con dos proyectos: «En 2009 llegará mi nuevo disco y luego el niño, claro que sí».