El concepto nace de una gran película, de David Lynch, quien fue el inventor. Ganó el Festival de Cannes por «Mulholland Drive», un film un poco extraño pero interesante, en el cual aparece Silencio, lugar mítico y soñado por muchos fans que les gusta oir bandas y voces diferentes, y que hoy puedes conocerlo en París, en el número 142 de la Rue Montmartre.
Unas puertas negras grandiosas y, según cuentan, difícilmente accesibles, hoy el Club Silencio es una realidad. David Lynch ya no rueda películas -la última fue Inland Empire (2006)- pero sigue creando paraísos artificiales de fantasía. Él ha ideado y diseñado Silencio, que abre de 6 de la tarde a 6 de la mañana cada día y al que hasta la medianoche solo pueden entrar socios muy distinguidos que han pagado una cuota extravagantemente alta para pertenecer al club.
Cuando dan las 12h, el público puede entrar a Silencio, que ofrece varios espacios alucinantes que incluyen una biblioteca, un cine y estancias con muebles excéntricos. La joya de Silencio es la sala de música donde uno puede escuchar artistas interesantes. Esta sala se encuentra bajando una infinidad de escaleras en el sótano.
Oro. Negro. Metal, la decoración del lugar con cortinas rojas à la Mullholland Drive y especial y única una sala para los amantes del humo. La cantante que encontrarás en este lugar es especial y siempre ante una muchedumbre cosmopolita. Lo que más nos gusta es que hay banda como en la película!!!