Si uno quiere visitar la Asturias salvaje, el lugar indicado es en la parte occidental de su territorio, en la ría de Navia, espacio poco frecuentado turísticamente donde el intenso verde choca con las crecidas olas del Cantábrico.
Es precisamente en ese espacio donde desfila un espectacular sendero que recorre la costa asturiana occidental. Este camino une la playa de Barayo con la población de Navia en un recorrido de unos 20 kilómetros siguiendo la costa salvaje.
En cualquier época del año son pocos los turistas disfrutando de su paisaje natural. Por ella solo se ven pasear a los lugareños y algún intrépido turista con ganas de descubrir un tesoro todavía por descubrir.
Si te gusta la naturaleza salvaje, este es un paseo que debes de disfrutar, el contraste entre verde intenso y azul marino del Cantábrico y cuando el sol brilla la naturaleza salvaje de Asturias te acompañará con todo su esplendor.
Iniciamos nuestro recorrido por la senda costera en la playa de Barayo, una de las mejores playas un poco inaccesible, pero vale la pena. Para llegar a ella debemos recorrer una estrecha senda de unos cinco minutos que nos acerca a la vertiente del acantilado. Desde allí tenemos una vista panorámica de esta playa de arena oscura debido a la abundante pizarra que existe en la Asturias Occidental. A partir de ese punto panorámico, unas escaleras de madera descienden a la misma playa donde en temporada alta se llena con apenas una docena de veraneantes.
Después partimos rumbo a la playa de Frexulfe y desde este punto iniciamos nuestra caminata por la Senda Costera en la Asturias Occidental hasta llegar a Puerto de Vega. Se trata de 4 de los 20 kilómetros que la Senda Costera realiza besando el Cantábrico. En efecto, el recorrido mantiene en todo momento contacto con la costa y nunca perdemos la visual del océano y los acantilados.
A través de su sendero encontraremos marcas debidamente señaladas desde la playa de Navia -inicio o final del sendero- hasta el parking de la playa de Barayo. La playa de Frexulfe es interesante para los amantes del surf, donde se realizan campeonatos de esta especialidad deportiva. Además, ofrece una extensa zona para toma sol -si el día acompaña- y un bosque de eucaliptos rodeando la arena oscura como la obsidiana con su manto verde.
A lo largo del recorrido entre la playa de Frexulfe y Puerto de Vega se puede contemplar el castro de El Castiel con vistas privilegiadas al mar Cantábrico. A pocos kilómetros más adelante la isla de Vega aparece ante nosotros ofreciendo una de las mejores postales de la Senda Costera. Esta isla es famosa por la cantidad de percebes que se recogen y no en vano pudimos observar cómo el salvaje Cantábrico golpeaba sus rocas. Finalizamos el recorrido en la Capilla de la Atalaya en Puerto de Vega. Antiguamente se descubrió una imagen de la virgen en una cueva cercana a Puerto de Vega y se decidió erigir esta capilla que a su vez servía para avistar piratas y otras posibles invasiones.
Curiosamente, a lo largo de la costa occidental de Asturias se han encontrado muchas imágenes religiosas que han dado a pie a mitos y leyendas. La realidad más objetiva nos lleva a la Inglaterra de Enrique VIII y su decisión de abandonar el catolicismo y abrazar el protestantismo. En esa época fueron muchas las imágenes de Vírgenes y otras reliquias que se lanzaron al mar y algunas surcaron las aguas del Atlántico para llegar a las costas asturianas. Una razón más para disfrutar de este paisaje salvaje, aislado y repleto de leyendas.
La Senda Costera en Navia es apta para todos los públicos. El desnivel es casi inexistente y el camino permite descubrir bellos rincones de la costa cantábrica de la Asturias occidental.