Ayer asistimos a la inauguración de la exposición del artista Leo Matiz en la Galería Patricia Conde Galería ubicada en Lafontaine 73 Polanco.
En un ameno cóctel en Patricia Conde Galería en conjunto con la Fundación Leo Matiz se realizó la exposición de 9 imágenes a muro y portafolios con 10 reproducciones en una edición de 12, que exponen la celebración de la liberación de París del régimen nazi en 1944, captadas por el fotógrafo colombiano Leo Matiz.
Matiz, artista de la generación de los reporteros que renovaron la escena del fotoperiodismo durante las primeras seis décadas del siglo XX en América Latina, Estados Unidos y Europa, coincide en Francia con la fiesta a la vida, en donde retrata instantes lumínicos que anuncian por fin la emancipación de París.
El ruido y el rugido feroz de la pólvora glorifican la justicia de una ciudad sometida. Es Leo Matiz, quien con cámara en mano, captura fragmentos de la alegría del momento…
Con esas imágenes Matiz, traspasó lo figurativo, y se convirtió en uno de los precursores de la fotografía abstracta.
Matiz nació en rincón Guapo en 1917, una aldea de Aracataca, Magdalena, en donde proliferaba la exhuberancia del paisaje tropical junta con la modesta supervivencia de sus habitantes cultivadores de banano.
En su adolescencia viajó a Bogotá para laborar en el periódico El Tiempo y frecuentó la vida bohemia de los cafés con los pintores y caricaturistas famosos a finales de la década de 1930. Por exigencia de Enrique Santos Molano “Calibán”, abuelo de Juan Manuel Santos, Presidente de Colombia, Matiz adoptó la fotografía y consolidó en Colombia una reputación de reportero gráfico alerta con las situaciones y en un cazador penetrante del azar y las almas de los personajes captados con su cámara Rolleiflex.
Obsesivo con la perfección en su trabajo de reportero, Matiz viajó de manera infatigable por los cinco continentes y volcó su talento en la fotografía publicitaria, en fotofija en el cine, creador de periódicos y fundador de galerías de arte.
En 1998 el gobierno colombiano le rinde homenaje y lo reconoce como uno de los grandes protagonistas de la fotografía del siglo XX.