La península ibérica es reconocida por la amplia y prestigiosa producción de sus jamones. Una excelente opción para poder probar todos los sabores que envuelven el país es viajando por la famosa ruta del jamón ibérico, y conocer los paisajes que le acompañan.
Nuestra ruta comienza por la provincia de Salamanca, en Guijuelo, en donde se puede disfrutar del prestigioso jamón de Guijuelo, una pieza estilada y alargada. Su bajo nivel de sal le proporciona una deliciosa suavidad y la correspondiente dulzura en el paladar. Sabor dulce que desprende un aroma delicado y fragante.
Nuestra segunda parada es La Dehesa de Extremadura y sus respetados jamones avalados por la Denominación de Origen. El cerdo ibérico ha formado parte del paisaje de Extremadura desde tiempos remotos. Los romanos eran expertos ganaderos de la dehesa, así como elaboradores de perniles conservados en sal.
Esta tradición se ha mantenido a lo largo de la historia, conservando y mejorando una raza que constituye un auténtico tesoro genético, un animal perfectamente adaptado a la Dehesa, que con su metabolismo consigue transformar los pastos y las bellotas de los que se alimenta en uno de los productos naturales más sanos y exquisitos de comer, el jamón ibérico de bellota, un alimento sano y manjar gastronómico, además uno de los máximos exponentes del saber hacer, de la tradición y la alegría de vivir de todo un pueblo.
Continuamos el camino para degustar el jamón de Huelva, la zona de producción de cerdos cuyas extremidades son aptas para la elaboración de jamones y paletas amparadas por la Denominación de Origen y está constituida por las dehesas de encinas, alcornoques y quejigos pertenecientes a las provincias de Badajoz, Cáceres, Sevilla, Córdoba, Cádiz, Málaga y Huelva. En el perfil de los jamones ibéricos de la Sierra de Huelva predomina la longitud sobre la anchura; un jamón de esta procedencia no debe comerse recién salido de la bodega, sino unos cuantos días después para que se atempere.
Pueblos como Jabugo, Galaroza, Aroche o Cortelazor, entre otros, ofrecen multitud de rutas turísticas para conocer y descubrir nuevos parajes donde poder disfrutar no sólo del jamón, sino también de su amplia oferta gastronómica y la belleza de sus pueblos y naturaleza.
La ruta continúa haciendo una parada en Córdoba y disfrutando del jamón Los Pedroches cuya Denominación de Origen es reconocida por la Unión Europea. Los Pedroches, limita con Extremadura y Castilla-La Mancha y es uno de los rincones más bellos y atractivos de la provincia. La dehesa del Valle de los Pedroches es quizá el paisaje que mejor puede definir el espacio natural, llamado por los árabes Fhas al- Ballut, valle de las bellotas.
El viaje continúa con dirección al sur, llegando a Granada, con el jamón de Trevélez, de cerdo blanco, con pata y corteza de forma redondeada. Es uno de los jamones con menos grado de salazón utilizado para su curación, teniendo por tanto un bajo contenido en sal. Además, su consumo ayuda a rebajar el nivel de colesterol en sangre.